El partido comenzó muy parejo, sin claro dominador del balón, con un Español del Alquián muy bien colocado en el terreno de juego y sin permitir al CD El Ejido hacer un juego cómodo en el centro del campo. En el minuto 16 llegó la primera ocasión clara para los celestes, tras un centro de Samu Corral que fue rematado de manera magistral por Darío Guti, aunque el esférico salió rozando el palo. Poco después se cambiaban las tornas y en el minuto 28 llegaba una ocasión muy clara para el Alquián de las botas de Beltrán, aunque el guardameta ejidense García lograba sacar el balón en línea de gol.  

A partir de ahí, el dominio del partido fue para el CD El Ejido, ya que en el minuto 33, un córner que saca Javilillo, recoge el balón Darío Guti y Samu Corral remató a placer, pero haciendo una gran parada el portero. Tan solo dos minutos después, nueva ocasión para Javilillo, que se fue solo por la banda derecha rematando cruzado para mandar el balón al palo derecho del portero. 

La nota negativa de la primera mitad y con la que se llegó al descanso fue la expulsión del jugador del Alquián Álvaro Rodríguez, por doble amarilla.  

La segunda parte comenzó igual que terminó la primera, con ocasión para el CD El Ejido tras un gran lanzamiento de Gabri desde fuera del área, que salió por muy poco. A pesar de ello, el partido en la segunda mitad estuvo más lento y con un conjunto visitante muy bien cerrado atrás, levantando nerviosismo entre los jugadores celestes. En el minuto 13, Alberto González hizo doble cambio, entrando al campo Gomis y Neto, quienes dieron más rapidez y fuerza al equipo, consiguiendo acercarse con mayor peligro al área rival, pero sin éxito de gol. Era un quiero y no puedo. Los siguientes minutos fueron totalmente celestes, pero el balón parecía que no quería entrar en la noche del sábado. Sin embargo, cuando parecía todo perdido, Samu Corral, a pase de Neto, lograba el gol de la victoria. Finalmente 1-0 para los ejidenes que, a pesar de ganar, dejan aún muchas incógnitas que despejar de cara a las próximas jornadas. 

 

 Elena Sánchez