Pregunta.- Ésta es tu segunda temporada como árbitro de 2ª División B. ¿Cómo lleva eso de ser colegiado en la categoría de bronce del fútbol nacional y qué supuso para usted este ascenso?
Respuesta.- Efectivamente es mi segunda temporada en la categoría de bronce. El ascenso para mí fue una satisfacción personal muy grande y para mi familia supuso una gran alegría. Todos han sabido valorar mi esfuerzo y trabajo para subir a esta categoría, ya que esa temporada fue especialmente dura al tener cinco pruebas físicas y teóricas,  dos de ellas en Madrid. El día que salieron las listas de ascenso no me lo creía, una vez pasados los días lo fui asimilando y el pensar que ya podía formar parte de un equipo arbitral de la Liga de Fútbol Profesional era impresionante, un sueño cumplido que cuando comencé en el arbitraje no creía poder llegar, pero finalmente lo había conseguido. Esta temporada he podido cumplir el sueño de cualquier árbitro, debutar en un partido de Primera División y qué mejor que hacerlo que con dos grandes amigos y compañeros almerienses como son David Fernández Borbalán y Jorge Canelo Prieto.

P.- Un ejidense que está logrando grandes pasos en el mundo del arbitraje, ¿qué le impulsó a querer iniciarse en esta profesión?
R.- Desde pequeño siempre me ha gustado el fútbol pero me dí cuenta que como futbolista no llegaría a nada. Entonces el hijo de Pepe Luque me impulsó a que me hiciera árbitro y al no disgustarme la idea, un lunes llegué al colegio de árbitros de Pepe Luque, que por aquel entonces se daban las clases en el Círculo Cultural.
 
P.- ¿Cuánto hay que trabajar para seguir avanzando en esta profesión y qué es lo más importante a tener en cuenta a la hora de poder conseguir ascender?
R.- Hay que trabajar muchísimo. Se requiere una buena preparación tanto física como teórica ya que en esta categoría el nivel que hay es muy alto. El ascenso no es fácil, pero siempre hay que tener ilusión y luchar para poder conseguirlo.
 
P-Todo el mundo conoce que ser árbitro es uno de los trabajos más complicados, ya que no todos los aficionados están siempre de acuerdo con las decisiones que toma y los insultos, por desgracia, llegan a ser parte de su profesión, ¿cómo lleva todo esto cuando está en el terreno de juego y fuera de él?
R.- Cuando estoy dentro del terreno de juego  uno está concentrado en el partido durante los 90 minutos y no estamos pendientes de los insultos ni protestas que nos pueden hacer desde la grada y pasan un poco desapercibidos. Pero cada vez que tengo la oportunidad de ir a ver a los compañeros porque me gusta aprender de cada uno, al estar en la grada presiento que la mayoría de insultos y protestas hacia el árbitro es por el gran desconocimiento que tienen sobre las reglas del juego. Pero, personalmente, aunque puede haber desconocimiento de las reglas de juego, más bien creo que no todos los aficionados reconocen que no siempre se gana, y que cuando se pierde no es por el árbitro, sino que el contrario ha estado mejor.

P.- En muchas ocasiones los jugadores son astutos e intentan engañar al árbitro para lograr un penalti o falta peligrosa a su favor, acciones que se producen en décimas de segundo. ¿Siempre tiene claro el lugar adecuado que debe ocupar en el campo para intentar tomar la decisión más correcta en cada jugada, así como no interferir en el juego en ese momento?
R.- Siempre intentamos estar lo más cerca posible de la jugada para poder verlas mejor sin llegar a interferir en el juego. 
 
P.- En 2014 recibió uno de los premios del deporte ejidense, que se entregaron el Día del Municipio, ¿qué supone para usted este tipo de reconocimientos por parte tanto de la prensa del municipio como del propio Ayuntamiento?
R.- Es una satisfacción personal que reconozcan mi trabajo y mi ascenso. Estoy muy orgulloso de haber recibido este premio que me impulsa a seguir trabajando con mayor ilusión y fuerza.

P.- Hasta ahora, en estas casi dos temporadas que lleva en 2ªB, ¿cuál ha sido el partido o los partidos más complicados que le han tocado dirigir y por qué? ¿Qué partido, tanto oficial como amistoso, es el que tiene guardado en la memoria como un gran recuerdo?
R.- Todos los partidos los afronto con la misma ilusión. Si tuviese que destacar uno de los partidos más complicados que he tenido hasta el momento destacaría el partido de play off de ascenso a 2ª división B entre el Yeclano Deportivo y Osasuna Promesas. Un partido que siempre recordaré porque me estaba jugando el ascenso junto a los equipos y a la hora de saltar al terreno de juego me llevé una gran sorpresa, fueron a verme unos compañeros del colegio de árbitros de El Ejido, a los cuales estoy muy agradecido por su apoyo aquel día en el campo. No estamos acostumbrados a tener aficionados y en uno de los partidos más complicados para mí estaban allí apoyándome. Otro partido de los que destacaría es el que hice esta misma temporada en el Ramón de Carranza entre el Cádiz CF y Real Balompédica Linense con 10.000 aficionados. O el partido de la liga de campeones de juveniles entre Real Madrid y FC Barcelona.

P.-Un colegiado, ¿estudia a los equipos que ese fin de semana va a dirigir?
R.- Yo, en particular, cuando recibo el nombramiento me gusta buscar información para ver cómo suelen jugar. 

P.-Cuéntenos cómo es un fin de semana de partido, ¿cómo lo prepara junto a sus asistentes?
R.- Tenemos que salir hacia el destino el día previo al día del partido. Durante el viaje siempre aprovechamos para mantener una breve charla del partido y ya en el  hotel el mismo día del encuentro realizamos una charla prepartido para intentar solucionar cualquier cosa que nos pueda suceder durante el choque.

P.-¿Qué partido Le gustaría llegar a arbitrar en un futuro?
R.- A día de hoy, uno de los partidos que más me gustaría pitar es un play off de ascenso a 2ª División. Pero me gusta ir partido a partido (como puso de moda Simeone) y de momento estoy más concentrado en mi próximo encuentro.

P.-¿Hasta dónde quiere llegar en esta profesión, tiene un límite marcado o es más una afición que un modo de ganarse la vida?
R.- Cuando empecé en este mundo, el arbitraje era un hobbie para mí. Pero, a día de hoy,  es mi primera preferencia ya que le dedico bastante tiempo. Entreno cinco días en semana y casi todos los fines de semana tengo partido. También estudio y doy clases a los niños de categorías inferiores,  pero mi mayor tiempo lo empleo en el arbitraje. No me gusta ponerme metas ni límites en la vida, me gusta más disfrutar de los partidos y trabajar para que salgan los encuentros lo mejor posible.




Elena Sánchez