Los jugadores de Hermida y Luengo iniciaron el choque dudando demasiado y necesitaron los primeros cinco minutos para asentarse en la pista y empezar a dirigir su ventaja en el marcador. El primer cuarto concluyó con un claro (19-2) que habla por sí solo de la presión defensiva de los locales.
En el segundo cuarto, el quinteto local sentenció el encuentro con una presión asfixiante que llevó los guarismos a un claro 46-5 insalvable para los roqueteros, que apenas pudieron mantener el tipo en lo que quedaba de partido.
El tercer cuarto fue el más flojo de todo el partido y la diferencia no fue grande como en los dos tiempos anteriores, reflejando el marcador un contundente 53-11 que dejó el choque más que sentenciado. El último cuarto fueron los minutos de ‘la basura’ en los que los locales se relajaron dejando correr el reloj.
Se confirman todos los pronósticos y el equipo ejidense se perfila como el auténtico favorito del grupo, solo “amenazado” por el Toyo, que es su próximo rival el sábado 1 de abril.
J. A. G.