"Hoy en día no hay leyes en condiciones en las que digan: tú la haces, tú la pagas"


D-Cerca entrevista a Francisco Santiago Ruiz, un hombre jubilado y ex Policía Nacional, que cuenta algunas de sus experiencias cuando estaba activo en el cuerpo. También nos desvela cómo fue su vida y opiniones sobre las leyes actuales.
Pregunta- ¿Qué destacaría de su vida?
Respuesta- 
Sinceramente, estoy muy orgulloso de haber tenido a mi niña, mi hija. Además, la vida me ha tratado bien, he trabajado y he luchado, pero no me puedo quejar, dentro de lo que cabe.

P- ¿Cómo fue su infancia y cómo vivió aquellos años en los que la sociedad era totalmente a la actual?
R-
 Nací el 9 de marzo de 1951. Soy de Sorvilán, un pueblo de Granada, situado a 60 kilómetros de El Ejido. Viví con mis padres y hermanos. Éramos tres, aunque actualmente solo vivimos dos. Mi hermana en Balerma y yo aquí, así que estamos cerca. Mi infancia la viví trabajando y yendo a la escuela por las noches. Para mí, la época de antes, aunque no contábamos con tantas comodidades, era mejor, había más seguridad. Hoy en día la vida está muy mal, no hay leyes en condiciones, en las que digan: tú la haces, tú la pagas. 

P- ¿A qué decidió dedicarse?
R- Decidí meterme en el cuerpo de la Policía Nacional, porque en aquel entonces lo único que había para trabajar era el campo y era muy malo. Se ganaba muy poco, apenas cincuenta o cien pesetas, vamos una miseria. Tenía que mejorar la vida y evolucionar, así que eché las oposiciones y entré a trabajar, con una mayor estavilidad y mejores condiciones laborales, ganando más y no trabajando de sol a sol como antes, que prácticamente no tenías ni vida. 

P- ¿En qué año comenzó en la Policía Nacional?
R- 
Hice el servicio militar en Madrid, me fui a Sorbilán, para luego realizar las oposiciones en Madrid. Entré en el 76 y, tras esto, hice la academia en Badajoz y las prácticas en Madrid. Después me fui a Barcelona y de ahí al País Vasco, donde estuve casi trece años.

P- ¿Tiene recuerdos malos de alguna de sus etapas de trabajo?
R- Sí, claro que sí. Desde el 79 al 92. Recuerdo que estábamos en la oficina de la Policía Nacional en el País Vasco, cuando de repente entraron dos hombres y comenzaron a pegar tiros. A mí me dio tiempo a sacar la pistola, pero al compañero que estata conmigo no. Le pegaron dos balazos por la espalda y eso hizo que se quedara parapléjico. En esos años daba miedo incluso montarse en el coche, eran los años criminales. No podías decir lo que eras, español, porque te podían matar. Todos los días habían atentados y teníamos que estar supervisando a cada rato los coches para asegurarnos de que no nos atacaran, porque le podía tocar a cualquiera. 

P- ¿Cuándo comenzó a trabajar en la Policía Nacional de El Ejido?
R- A principios del 93 fue cuando llegué a El Ejido. En aquel entonces teníamos el plan 2000 de Policía de proximidad que nos permitía desplazarnos con las motos. Recuerdo que a los pocos días de comenzar, estaba saliendo de Pampanico y sentí un tiroteo. Fue por tema de drogas en esa zona y en aquellos años. Ahora, ya no se dan tanto esos casos. 

P- ¿Alguna anécdota de cuando estaba en activo como Policía  Nacional?
R- Sí. Llega un momento en el que te encuentras con personas que han sido "chorizos" y alguna vez te tienes que hartar a reir con ellos, era inevitable, porque te decían unas cosas que te meabas de la risa. En El Ejido había uno que le llamaban "el juramuertos", con tan solo 13 o 14 años. El mote venía porque a lo mejor estabas hablando con él y de repente se escapaba y se metía por en medio de los invernaderos, y cuando lo pillabas lo único que te decía era "yo te juro por mis muertos que no he sido", repitiéndolo una y otra vez. 

P- ¿Algo que le haya marcado por completo en su vida y que le haya hecho ser la persona que es hoy?
R- Sí, todo lo vivido y lo aprendido, pero sobre todo los consejos de mi padre. Los escuché en vez de rechazarlos y eso me ha servido mucho, porque si hubiera hecho lo contrario, a lo mejor a día de hoy sería un bandido. 

P- ¿Considera que el respeto hacia los cuerpos de seguridad del Estado ya no es el mismo que el que se tenía antes?
R- El Ejido ha cambiado mucho en 20 años. Los primeros extranjeros que llegaron aquí, venían sumisos, tenían miedo cuando te acercabas a ellos, haciendo una simple ruta por las calles. Pero es que ahora es impresionante. Antes nos tenían más respeto, pero a raíz de los problemas que hubieron hace unos cuantos años con el tema de los marroquíes, el respeto en general se ha quedado en nada. 

P- Actualmente, ¿a qué dedica su tiempo?
R- Me jubilé, no trabajo y paseo a mi niña. Además, me gusta mucho andar, más que nada por el tema de la salud. Hay que cuidarse y es importante. 

P- ¿Tiene hijos? ¿Le gustaría que siguieran sus mismos pasos?
R- Sí, mi hija Nadia. Tiene doce años. Ella es libre de dedicarse a lo que le guste. No me gustaría que se dedicara a lo que yo me dediqué porque viviría en constante preocupación por ella. 

P- ¿Cómo se definiría actualmente?
R- Como una persona alegre y simpática. Me llevo bien con todo el mundo, no me meto con nadie y no me gustan los follones. Me encanta pasear con mi niña y caminar. En definitiva, soy un hombre jubilado, disfruto de mi tiempo libre y de la vida de la mejor manera posible. 

P- ¿Qué consejos les daría a los jóvenes de ahora según sus experiencias vividas y consejos recibidos?
R- Les diría que la vida hay que tomársela con otra filosofía. No es todo juerga. Se pueden divertir de otra forma, con cosas más saludables y beneficiosas. Tienen que seguir estudiando o trabajando, pero siempre para aspirar a algo mejor. 






Andrea Salvatierra