"Me gustaría encontrar a una buena mujer que me haga compañía"


Esta semana D-Cerca ha realizado una entrevista a Miguel García Rodríguez, quien ha dedicado toda su vida, principalmente, al comercio. Nos cuenta como pasa los años de jubilado después de tener una vida sin mucho tiempo libre.
Pregunta. - ¿Ha vivido en otros lugares además de en Almerimar? 
Respuesta. - He vivido en muchos sitios. Nací en Turón, un pueblo de Granada y, de ahí, me mudé a la capital. Cuando pasaron unos años me trasladé a Adra, donde puse una tienda de comestibles. Mi siguiente lugar de residencia fue Berja, donde empecé a trabajar en las minas con camiones y maquinaria. Cuando este trabajo se terminó, me fui a El Ejido y allí comencé a trabajar en un supermercado. Y ahora paso los veranos en Almerimar. 
 
P. - Antes se empezaba a trabajar a una edad muy temprana, ¿Cuándo empezó usted?  
R. - Empecé muy joven. Cuando salía de la escuela, mi padre me llevaba a la tienda que tenía y, como no llegaba al mostrador, me ponía una silla para que pudiese despachar a los clientes.  
 
P. - De todos los trabajos que ha tenido, ¿Cuál fue su favorito?  
R. - El trabajo que más me ha gustado de todos los que he desempeñado ha sido el comercio. Cuando tenía la tienda iba fuera a por mercancías, esa era mi parte favorita, el viajar y, gracias a ese trabajo, pude viajar mucho. Aunque tengo que reconocer que también tenía su parte mala y era estar de cara al público, cada persona es de “su padre y de su madre” y es muy difícil entender y contentar a todo el mundo.  
 
P. - ¿Ha salido alguna vez fuera de España? 
R. - Aunque siempre me ha encantado viajar, nunca he tenido la ocasión de salir del país, pero tampoco me gustaría. De todos los sitios de España en los que he tenido el placer de estar, Galicia ha sido el que más me ha gustado. Me encanta su frescura, la lluvia y el verde. Allí el clima es muy húmedo y no como aquí, donde es muy difícil que caigan “cuatro gotas”. En esta zona es todo desierto. 
 
P. - ¿Tiene hijos? 
R. - Tengo dso hijos y una hija. Ella es la única que vive aquí, los otros viven en Granada y en Badajoz. Además, tengo 6 nietos, aunque no los veo mucho, cuando vienen a visitarme o si voy yo a verlos a ellos.
 
P. - ¿Dónde prefiere vivir?  
R. - Cada cierto tiempo me voy a vivir a la sierra ya que tengo dos hernias de disco y esta humedad no me viene bien. El tiempo que paso en mi pueblo me viene genial. Así que me quedo con la sierra.

P. - ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?  
R. - Cuando era joven me encantaba salir e ir de bailes. Ahora con las hernias no puedo, de hecho, me he tenido que comprar una moto eléctrica con la que voy a comprar y a pasear.   
 
P. - ¿Tiene alguna anécdota de su trabajo? 
R. - Cuando me dedicaba a los camiones, trasportaba ácido sulfúrico y clorhídrico para las minas. En uno de mis viajes, transportaba un cargamento de 25.000 litros y, a la altura de Tabernas, un coche perdió el control y colisionó conmigo sacándome de la carretera. Se rompieron algunas garrafas de ácido y me saltó en el brazo. Por suerte, había una balsa cerca y me metí en ella. Hoy estoy vivo gracias a que existía esa balsa. Tengo la cicatriz en el brazo. 

P. - ¿Cuánto tiempo hace que vive solo?  
R. -Mi mujer murió hace ocho años y, después de que falleciera, he rehecho mi vida dos veces y las dos... han fallado. Tengo que reconocer que en ambas ocasiones he tenido mucha suerte con las mujeres que encontré, pero el problema estaba en la familia o la salud y, por eso, se terminó. En el caso de la primera fue por la familia. Ella es una maravilla de mujer y nos queremos con locura, pero los dos sabemos que no puede ser. Y la última, se puso enferma y yo no pude hacerme cargo de ella ya que con las dos hernias que tengo estoy para que me cuiden a mí, por lo que tuvo que irse a vivir con una de sus hijas.
 
P. - ¿Cómo es la mujer que está buscando?  
R. -Me gustaría encontrar a una buena mujer que me  haga compañía. No me preocupa el físico, lo que considero que es muy importante es que sea una buena mujer, que quiera venirse conmigo a la sierra y seamos felices. Hace un tiempo me llamaron de un programa de Canal Sur para ir a encontrar pareja, pero tenía “el ojo echado” a una mujer de mi calle y lo dejé pasar. Ahora que no tengo ninguna en mente no doy el paso de ir por las hernias que tengo, ya no me atrevo a hacer tantas cosas como antes.    
 
P. - ¿Le gustaría irse a vivir con alguno de sus hijos? 
R. - No me planteo irme a vivir con mis hijos porque considero que al final los mayores acabamos estorbando. Me gusta irme unos días, pero no indefinidamente, aunque ellos me lo dicen constantemente, les encantaría que me fuese a vivir con ellos.  A los hijos hay que dejarlos que hagan lo que quieran porque al final el “viejo” está en medio y lo que hacemos si a uno le cae bien, al otro no le cae tan bien, si no te regañan es porque les da vergüenza. Así que irme a vivir con ellos no es una opción.  
 
P. - ¿Se queda con esta vida o con la que vivió en su juventud? 
R. - La verdad que la vida de antes era mucho mejor que la de ahora, me quedo sin duda con aquellos tiempos, de hecho, me cambiaba.  Hoy a la gente le sobra libertad, las generaciones vienen cada vez más “maleadas”. Antes, lo primero era el trabajo y el respeto a los padres, hoy lo primero es salir de bailes. Las cosas se han torcido de una manera que no hay manera de enderezarlas. Ahora no existe respeto hacia los padres ni hacia las personas en general.