La Guardia Civil detiene al autor del homicidio cometido en el domicilio de la víctima en las «200 viviendas» de Roquetas de Mar

La Guardia Civil detiene al autor del homicidio cometido en el domicilio de la víctima en las «200 viviendas» de Roquetas de Mar

Durante la mañana del pasado día 15 de septiembre de 2018, la Guardia Civil de Almería ha procedido a la detención de L. S., súbdito gambiano de 34 años de edad como presunto autor material de un delito de homicidio doloso y de robo con violencia cometido contra una mujer residente en Roquetas de Mar (Almería).

 

La operación, se inició el pasado mes de marzo cuando se halló en el interior de un domicilio de la barriada Roquetera de las «200 viviendas» el cuerpo sin vida de una mujer que residía en la vivienda y que se dedicaba a ejercer la prostitución en la misma.
 
Tras la investigación desarrollada por la Guardia Civil, se ha detenido al  presunto autor material de los hechos, demostrándose no solo su participación en la muerte dolosa de la mujer, sino también en la ejecución de un robo con violencia e intimidación a la misma, aprovechándose de su condición de superioridad sobre su víctima, una mujer que se encontraba en un entorno de exclusión y vulnerabilidad física, económica y social.
 
En consonancia con la finalidad del pacto de Estado contra la violencia de género, que tiene por objeto eliminar la comisión de este tipo de delitos, completamente repudiables y dado que la demanda de servicios sexuales se identifica como una de las principales causas de este grave atentado contra los derechos humanos que es la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, los agentes de la Guardia Civil no han cesado en su actividad hasta ver el caso completamente resuelto.
 
La Guardia Civil inició la Operación «Breña», al objeto de esclarecer las circunstancias que rodearon y dieron lugar a la muerte en el interior de su domicilio y en condiciones extremadamente violentas, de una mujer que ejercía la prostitución en el mismo, verificando también desde los primeros instantes la perpetración de un robo con violencia sobre la misma, encontrando los investigadores un «escenario del crimen dantesco y desolador».
 
Las circunstancias que rodeaban a la víctima, su situación de exclusión social, y la ausencia de testigos, testimonios, imágenes u otras pruebas y evidencias junto a la dificultad añadida de la existencia en el lugar del hallazgo del cadáver de multitud de restos biológicos, han supuesto una de las investigaciones más complejas desarrolladas en los últimos años por Guardia Civil.
 
Los agentes de la Guardia Civil se han enfrentado al complejo reto de aislar, cotejar e identificar el ADN del autor de los hechos, de existir éste, frente al ADN del resto de personas que frecuentaban el domicilio de la víctima de manera habitual o esporádica, resultando la mayoría de ellos anónimos para los investigadores o, negando  incluso haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales con la fallecida a pesar de haber sido identificados.
 
Es por ello, que se tuvo que realizar una minuciosa inspección técnico ocular en el lugar de los hechos, por parte de personal del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Almería, que tuvo que alargarse por varias jornadas, precisamente por la necesidad de «aislar» del resto, el ADN del posible autor para después, verificar si éste podía ser atribuido a una persona y que ésta, pudiera estar identificada o al menos ser identificable, por lo que nuevamente, las capacidades operativas y técnicas de la Guardia Civil se ponían en marcha con un resultado final óptimo y de excelencia.
 
Paralelamente, los investigadores han ido identificando uno a uno la totalidad de las personas que acudían a dicho lugar (algunos de ellos no residentes ya en Almería) para tomarles declaración además de obtener muestras de  ADN para su cotejo.
 
Se pudo ir así reconstruyendo de forma inversa los últimos momentos de la vida de la mujer, pudiendo llegar a la conclusión de que el homicidio se habría producido, al menos, unas 15 horas antes del hallazgo del cadáver.
 
Simultáneamente la Guardia Civil también investigaba el robo con violencia ejecutado, al haber desaparecido diversos objetos de valor de la víctima, iniciando con la búsqueda y recuperación de los mismos otra línea de investigación que permitió identificar al autor del crimen.
 
No ha sido hasta principios del mes de agosto de 2018, cuando se recogían los primeros resultados al poder imputar a una persona residente en la misma barriada Roquetera en la que residía la fallecida, al quedar acreditado que la misma había comprado en el «mercado negro» objetos personales de la fallecida  que habían sido sustraídos el mismo día de los hechos.
 
Esta persona manifestó haberlos comprado a otra de origen subsahariano, afirmando poder reconocerlo, si bien su descripción, dada la generalidad de detalles que ofrecía, no permitieron a los investigadores, nada más que centrar sus esfuerzos en un grupo determinado que representaba una gran parte del entorno donde vivía la víctima.
 
Debido a la experiencia adquirida por los investigadores de la Guardia Civil de Almería en este tipo de sucesos, desde el inicio de la investigación se venía confeccionando, en virtud de la información que se iba recabando, un «perfil criminológico» concreto del posible autor de los hechos que aunara en una única persona, todas las conductas y rasgos criminológicos que se habían detectado en el autor.
 
La Guardia Civil analizó el perfil criminal de miles de personas consideradas de especial interés policial en busca del sospechoso «idóneo» que pudiera ser el responsable de los hechos, consiguiendo reducir el círculo de personas que cumplían los requisitos establecidos en el perfil del posible autor, procediéndose a la toma de manifestación de multitud de personas.
 
Se conseguía finalmente «aislar» a una persona en la que convergían todos los rasgos y conductas criminales que los investigadores buscaban.
 
Se daba la circunstancia, que el sospechoso se encontraba desaparecido sin motivo aparente desde la fecha de ocurrencia de los hechos, por lo que se activaron todas las actuaciones técnicas, operativas y judiciales necesarias para obtener la mayor información posible del mismo.
 
Ello provocó en los investigadores la necesidad de forzar un cotejo directo del ADN del sospechoso, al que le constan antecedentes por una agresión sexual anterior. De este modo se obtuvo una coincidencia en el ADN de esta persona y sus mezclas de los hallados en el cuerpo de la víctima.
 
El sospechoso, indocumentado y en situación irregular en España al haber accedido de manera irregular a territorio nacional apenas unos meses antes, se encontraba totalmente desaparecido.