En el verano de 2015 comenzó la primera ocupación de un bloque de pisos en la calle Dalia. Al principio solo fue una pareja y entre los vecinos no saltó la voz de alarma; sin embargo, la situación se enturbió muy pronto y ya son varias familias las que han han ocupado un bloque completo como viviendas, al que han terminado por sumar otro contiguo para usarlo para guardar animales como perros, gallinas, gallos o hasta cerdos.
A ello se une, tal y como han relatado vecinos de la zona a D-CERCA, el ruido, los gritos constantes y la falta de limpieza que ha hecho proliferar malos olores y hasta plagas de pulgas.
Expulsados de su casa
Esta caótica situación, a la que nadie parece querer poner fin, ha llevado a muchos vecinos de bien a abandonar las viviendas cercanas. Aun así, hay quien no tiene esa opción. “Nosotros llevamos muchos meses ya viviendo y durmiendo en el salón de casa porque los dormitorios dan al patio donde ellos guardan toda su basura. No se puede vivir ahí y no hay derecho a que nosostros tengamos que vivir así. Nadie nos hace caso”, reclama uno de los vecinos.
No en vano, aseguran que han puesto la situación en conocimiento del Ayuntamiento de El Ejido en varias ocasiones y solo han recibido la callada por respuesta. A ello se suma que los bloques están embargados y su propietario se ha desentendido de ellos, mientras que la entidad bancaria que asume ahora su propiedad tampoco parece estar muy interesada en poner fin al calvario de estos vecinos. “Ya ni siquiera llamamos a la Policía cuando hay ruidos o peleas porque estamos cansados de esta situación de desamparo”, afirman.
A ello se suma la situación de inseguridad con la que viven pues aseguran que algunos de los ‘okupas’ ya han lanzado alguna amenaza y, además, temen que sigan haciéndose con el resto de viviendas a través de los muros que las conectan como ya han hecho con los dos primeros bloques. De hecho, una de las vecinas, que viven en planta baja, ha optado en enrejar toda la casa, incluido el patio ante el temor a invasiones o robos.
Respuesta municipal
Por su parte, desde el Ayuntamiento de El Ejido aseguran que la asistencia a estos vecinos es continua pero recuerdan que los ‘okupas’ no pueden ser desalojados hasta que haya una sentencia judicial que así lo determine.
Hasta el momento, según el Gobierno ejidense, se ha llevado a cabo la identificación de los moradores con el fin de que los propietarios de las viviendas ocupadas realicen la correspondiente denuncia. Como ejecución subsidiaria, el Ayuntamiento también dice haber realizado dos limpiezas de la zona y una desinfectación completa de calle La Dalia además de, hace solo unos días, acometer la mejora de una bajante de aguas fecales que se rompió y provocó la inundación de varios bajos. Igualmente, aseguran que en varias ocasiones se han retirado animales de estos bloques de viviendas ocupados.
Almudena Fernández