Los últimos trabajos se llevaron a cabo en el año 2009 y, desde entonces, el abandono y el vandalismo se han cebado con esta zona forestal de casi 70 hectáreas, ubicada en las inmediaciones del recinto ferial de El Ejido.
El proyecto se gestó en el año 2002 con la firma del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de El Ejido y la Confederación Hidrográfica del Sur quienes pretendían desarrollar un gran parque con una inversión de casi 12 millones de euros de los que, finalmente, solo llegaron a invertirse unos tres. Las obras completadas permitieron construir pistas deportivas y hasta un anfiteatro en el que desarrollar actividades; instalaciones que, en realidad, han quedado relegadas a la celebración de botellones o son escenario de graffitis.
El parque forestal de la Cañada de Ugíjar , que venía a frenar los procesos erosivos y desertización de la zona, iba a contar con zonas peatonales, parques infantiles, zonas de recreo y hasta un pequeño riachuelo con sus puentes.
La falta de seguridad de esta extensión forestal, que carece de iluminación o de puertas que permitan acotar las horas de entrada y salida, también ha convertido a este parque en el ‘vecino desconocido’ de los ejidenses por el que solo discurren, de forma ocasional, aquellos que quieren pasear a sus perros. Esos dueños de mascotas son de los pocos visitantes de este espacio en el que, además, aún subsisten algunas explotaciones agrícolas cuyos propietarios se negaron a cerrar el proceso de expropiaciones abierto hace años.
Entre administraciones
A finales de octubre, el Ayuntamiento ejidense lanzó un comunicado de prensa para recordar a la Junta de Andalucía sus tareas pendientes con el municipio, como la terminación del parque forestal Cañada de Ugíjar.
Sin embargo, desde la Administración andaluza han señalado a este periódico que el proyecto está paralizado porque “el Ayuntamiento de El Ejido no completó en tiempo y forma el trámite de cesión de los suelos necesarios para terminar la obra como estaba proyectada”.
Almudena Fernández