“Habría seguido corriendo incluso con la bicicleta rota sobre mi espalda fracturada”

“Habría seguido corriendo incluso con la bicicleta rota sobre mi espalda fracturada”

Esta semana D-Cerca ha realizado una entrevista al triatleta Dominik Manfred Richard Kozanda, que fue galardonado con el premio al Juego Limpio en los Premios del Deporte de El Ejido
Un gran ejemplo de superación y pasión es la historia de Dominik Manfred Richard Kozanda, triatleta que ha participado en mundiales, europeos, clasificatorias, nacionales y regionales. 

Dominik Manfred descubrió su predilección por este deporte a una edad muy temprana, la primera vez que entró en contacto directo con él “hace exactamente 25 años, en noviembre de 1993, en mi primera competición”, expuso el triatleta. 

Este tipo de carreras requieren de una extraordinaria preparación física para la cual deben dedicarse un gran número de horas de preparación previa “este deporte abarca todas las facetas de mi vida y se puede decir que ocupa las veinticuatro horas, aunque los días no tienen suficientes minutos para estar al trescientos por cien preparado. Si tuviera que citar unidades temporales, en fase de alto rendimiento, se cristalizarían 22 horas semanales en todas las vertientes, no solo las de las disciplinas implicadas. Estiramientos, fisioterapia, conversaciones con mis entrenadores y procedimientos estratégicos y organizativos no forman parte del cómputo mencionado”, afirmó Dominik Manfred en la entrevista concedida a D-Cerca.

La última competición en la que participó fue un Ironman en el que sufrió una caída a más de 85 km/h que provocó al atleta heridas profundas y tres vértebras fracturadas en la columna vertebral. A pesar de esta caída, Dominik Manfred continuó con la prueba, recorriendo los veinte kilómetros hasta el área de transición, donde se cambió el atuendo para continuar con la carrera a pie. En este proceso el público no podía quitarle la vista de encima, fascinado por el evidente esfuerzo que estaba haciendo por terminar la prueba cojeando y con heridas ensangrentadas. Finalmente, superó los veintiún kilómetros de carrera a pie y cruzó la meta como el resto de corredores.

Gracias a esta hazaña fue galardonado en los pasados premios del deporte del municipio de El Ejido con el premio al Juego Limpio, afirmando el atleta que “me siento halagado por recibir un reconocimiento deportivo relacionado con acabar una prueba exigente de larga resistencia con tres vértebras rotas por parte del alcalde, sus concejales y representantes en materia del deporte y otras áreas”. 

El accidente fue provocado por otro atleta que no cumplía la normativa de seguridad. La primera reacción de Dominik Manfred fue preocuparse por el estado de éste e incluso le ofreció su bicicleta para que continuase él la competición, ya que la del otro participante se rompió “El Comité Olímpico Internacional y otras instituciones de relevancia a nivel internacional, a diferencia del galardón de fair-play, han sido tan amables de valorar virtudes como integridad y solidaridad, relacionadas con mi comportamiento con respecto al otro atleta, responsable del sangriento incidente, así como dedicación, disciplina, fuerza de voluntad, motivación y persistencia bajo fuertes dolores por las profundas heridas que sufrí como consecuencia de la caída, la triple fractura vertebral y el dolor físico tras un sinfín de kilómetros habiendo transcurrido ya dos tercios de la prueba hasta el momento del impacto desafortunado”, declaró Dominik Manfred.

Su pasión por el deporte lo llevó a terminar una carrera que afirma ser su mayor logro “en el Ironman en el que participé el pasado mes de abril, a pesar de sufrir una fuerte caída conseguí terminar. Como deportista de competición de pura sangre habría seguido corriendo incluso con la bicicleta rota sobre mi espalda fracturada si hubiera sido necesario”.

Entre las competiciones que sueña disputar se encuentra el ultramaratón del círculo polar antártico, que se realiza a una temperatura por debajo de menos cuarenta grados centígrados.