“La juventud de ahora no está perdida, se ha adaptado al nuevo modelo de vida ”

“La juventud de ahora no está perdida, se ha adaptado al nuevo modelo de vida ”

Esta semana D-Cerca ha entrevistado a José Ferre, un vecino de Balerma de 94 años con una gran pasión por la pintura y la poesia
Pregunta. - ¿Dónde nació?  
Respuesta. - Nací en Alhama de Almería, pero he vivido en Balerma desde que tengo 4 años. He pasado algunos meses en Adra por trabajo y en Celín compré una casa ya que mi mujer tenía problemas en la piel y el aire fresco que se respira allí le venía muy bien. 
 
P. - ¿Cuál hubiese sido el trabajo de sus sueños?
R. - Me han gustado todos los empelos a los que me he dedicado. Cuando era un niño comencé trabajando en la tierra, y a los 15 años, mi padre me enseñó a poner las llaves de pera, recuerdo que me subía en una silla y las ponía con la corriente dada, tenía que tener mucho cuidado para que no me diese la electricidad. Siempre he llevado la tierra y el mundo de la electricidad. Además durante un tiempo llevé una tienda en Balerma durante 6 o 7 años, en ella se vendían electrodomésticos, juguetes, artículos de regalo... No podría elegir uno de todos, porque me encanta todo a lo que me he dedicado. 
 
P. - ¿Encuentra mucha diferencia en cómo se vivía antes y cómo se vive ahora?
R. - Cuando vivía aquellos años no conocía otra cosa asi qué vivía encantado, ahora me quedo con esto, para qué hacer más cambios. Es cierto que recuerdo la vida de antes, lo que he hecho y como he vivido y me siento orgulloso de todo. No sabría decir qué época me gusta más, añoro esos años jóvenes, cuando vivía con mis hermanos. La vida ha cambiado mucho y como ella las personas. Ahora voy por Balerma y todo el mundo me saluda, no es como antes que hasta se quitaban la gorra cuando te veían pasar, pero sigue habiendo buen ambiente. 

P. - De todo lo que tenía y lo que ha vivido en su juventud, ¿qué es lo que más echa de menos?
R. - Es difícil decir una de las cosas que más echo de menos porque son muchas. Una de ellas es mi época de músico. Mi padre me enseñó a tocar la bandurria, cuando por aquí no había aun ni tocadiscos, y me buscaban las mujeres jóvenes para pasar el rato bailando. Volvería a repetir cada una de las cosas que hice en mi vida.
 
P. - ¿Cómo se divertían en aquella época?
R. - Pues una de las formas de divertirnos está relacionada con lo que le acabo de contar. Nos gustaba reunirnos en mi puerta y bailar mientras yo hacía música. Otro de mis hobbies era la pintura, me encantaba dedicarle mi tiempo libre. En cada rato que tenía pintaba algo, tengo una gran colección de cuadros pintados por mí y por uno de mis hijos. 
 
P. -¿Cómo conoció a su mujer? 
R. - Se vino de Madrid a trabajar en el mismo sitio donde yo trabajaba. La vi una muchacha muy joven, le encantaba arreglarse. Antes el mandil era una prenda de vestir y las muchachas tenían muchos de diferentes colores y estampados. Como me gustaba tanto le pedí permiso a la señora para entrar en la casa y así la conocí y me enamoré de ella. Recuerdo cuando nos casamos, fue aquí en Balerma, una boda preciosa y un matrimonio estupendo del que salieron 4 hijos. Uno de ellos falleció a las 24 horas de nacer, otro de ellos falleció hace un tiempo, con 66 años, y me quedan mis otros dos hijos, que ya me han dado nietos y bisnietos.
  
P. - ¿Pasa mucho tiempo con su familia?
R. - Vienen a visitarme a menudo ya que viven cerca. Paso muy buenos momentos con ellos y tengo muchas anécdotas. Uno de los días que vinieron, puse una bandeja con jamón encima de la mesa y el más pequeños de mis bisnietos no tardó ni dos minutos en comérsela entera, me encanta ver la energía y vitalidad que derrochan.
 
P. -Y ahora, a sus 94 años, ¿a qué dedica el tiempo libre?
R. -Ya he dejado de pintar porque la edad hace que vea borroso algunas veces. Todos los días que puedo salgo a pasear y ayudo a mi señora en todo lo que puedo. Llevo casado con ella desde el año 1953.
 
P. - Antes la Mili era obligatoria, ¿cómo vivió usted aquellos años? 
R. - Fueron unos años muy buenos. Antes no había mucha gente que supiese leer y escribir y eso me vino bien. En la Mili me dedicaba a repartir el pan al regimiento y llevando las cuentas de un teniente con el que estaba. Cuando se fue el cabo, me dieron a mi su cargo y estuve dos años en ese puesto. 
 
P. - ¿Cree que deberían de poner la mili obligatoria de nuevo?
R. - No, yo creo que no deben ponerla ya que tienen que haber voluntarios que quieran vivir la experiencia. Si la pusiesen obligatoria habría muchos a los que no les gustaría tener que ir, pero otro muchos seguro que estarían encantados. No creo que la juventud de hoy esté perdida como muchos piensan. Quién es trabajador va a trabajar si no, ¿Quién está llevando hoy en día los trabajos? pues la gente joven, decir que están perdidos o que son muy fiesteros es una tontería, ellos han cambiado al igual que la vida que no es la misma que vivió mi generación. A cada persona hay que juzgarla por lo que es y lo que hacen, no por ser de una época o de otra. 
 
P. - ¿Qué consejo le daría usted a los jóvenes de esta ‘nueva vida’?
R. - Les dirían que sean listos y actúen con cabeza, de esta forma podrán hacer y llegar a donde ellos deseen. Que no permitan que los obliguen a nada y que siempre se lleven por lo que les nazca porque hacer algo que deseen los padres y no que ellos quieran realmente es un error que lleva al fracaso. 
 
P. - ¿Cambiaría algo de la vida de hoy?
R. -Me gusta mucho la sociedad que hay hoy en día, la política la critica todo el mundo, pero como a mí no considero que me afecte, ni a mis hijos, no me preocupa. Para mí el mejor presidente que ha tenido España ha sido Adolfo Suarez, ya que apoyaba lo mismo a la derecha que a la izquierda.