Desarticulado un histórico grupo criminal asentado en el poniente almeriense, dedicado al tráfico de drogas a gran escala

Desarticulado un histórico grupo criminal asentado en el poniente almeriense, dedicado al tráfico de drogas a gran escala

Se han practicado 11 registros, en los cuáles se han intervenido 9000 euros en efectivo, nueve vehículos de alta gama, 13 armas de fuego -automáticas y semiautomáticas- con su respectiva munición, equipos de transmisiones y uniformidad de Policía Local, y 130 kilos de marihuana envasados al vacío
 
Agentes de la Policía Nacional en Almería, en la que han denominado operación Corso, han desarticulado el clan familiar de "Los Antones", y procedido a la detención de ocho de sus miembros, a los cuáles se les acusa de un delito de tráfico de drogas, otro delito de defraudación de fluido eléctrico, otro delito de tenencia ilícita de armas, y un último delito de pertenencia a organización criminal.
 
A finales del año 2017, los agentes de la Policía Nacional comenzaron las primeras labores de investigación, sobre un histórico clan familiar asentado en Vicar- Roquetas de Mar, que se estaba dedicando al cultivo, adquisición y posterior venta de grandes cantidades de marihuana.
 
Las pesquisas policiales revelaron que la organización desmantelada poseía cuatro plantaciones de marihuana en el barrio del Cosario de Vícar. Sin embargo, y con la única finalidad de enriquecerse, si la demanda de droga era superior a la producción propia que generaban sus plantaciones, no dudaban en adquirir partidas de marihuana provenientes de otras zonas de Andalucía, o incluso del levante español.
 
Drogas y arsenal de armas
 
Junto con las plantaciones, fueron desmantelados dos inmuebles de los llamados guarderías, uno de ellos situado en una casa de campo de Vícar, en el que se empaquetaba al vacío la marihuana, y se almacenaba a la espera de su posterior distribución. Y un garaje cerrado en Aguadulce  para esconder los vehículos con los cuáles se realizaban los portes de droga, y gran cantidad de armas semiautomáticas y munición.
 
Fruto de las continuas vigilancias a las que los miembros del clan fueron sometidos, los investigadores consiguieron desengranar su entramado organizativo piramidal. El cabecilla de la organización contaba con un núcleo muy cerrado de confianza, formado por tres lugartenientes, y que eran los encargados de materializar y escoltar los portes de la droga. En un escalón inferior se situaban los vigilantes y jardineros de las plantaciones ilícitas, todos ellos con vínculos familiares entre sí, y con los primeros, de modo que se alcanzaban niveles de seguridad y hermetismo insospechados.
 
La labor de investigación resultó extremadamente compleja, al encontrarse los agentes con una organización con alto nivel de profesionalidad criminal, exageradamente rigurosos en la observancia de fuertes medidas de seguridad, y con gran capacidad económica. Además, los Antones se caracterizaban por recurrir a la violencia e intimidación para asegurar el funcionamiento y protección de su actividad ilícita,
 
Durante el desarrollo de las indagaciones, la Policía Nacional detectó la existencia concertada de un transporte de droga, procediendo de inmediato a la interceptación del convoy de vehículos, siendo hallados en el interior de una furgoneta 50 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío. De inmediato, de manera coordinada y simultánea, se fue desarrollando la Operación Corso contra el tráfico de drogas, llevándose a efecto 11 registros domiciliarios en Vicar, Aguadulce, Roquetas de Mar y El Ejido.
 
De la práctica de los registros, fueron intervenidos 130 kilos de marihuana, 9 vehículos de alta gama -uno de los cuales era blindado y alojaba un escondite para ocultar un arma de fuego y munición-, 13 armas de fuego de distinto calibre con su correspondiente munición, un silenciador, 9.000 euros en efectivo, uniformidad de Policía Local, equipos de transmisión y 4 máquinas envasadoras al vacío, al igual que gran cantidad de material y útiles para el cultivo y envasado de marihuana.
 
Uno de los registros se practicó en una nave del Polígono de la Redonda de El Ejido, dónde la marihuana envasada al vacío era cargada en camiones de gran tonelaje con destino al mercado europeo.
 
Hay ocho detenidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, defraudación de fluido eléctrico, y tenencia ilícita de armas, de los cuáles cuatro han ingresado en prisión por orden judicial