La Guardia Civil recuerda al Ayuntamiento de Dalías que la Abogacía del Estado instó hace ya ocho años a reparar las deficiencias del acuartelamiento

La Guardia Civil recuerda al Ayuntamiento de Dalías que la Abogacía del Estado instó hace ya ocho años a reparar las deficiencias del acuartelamiento

La Guardia Civil de Almería ha recordado al Ayuntamiento de Dalías, a través de un escrito presentado en la secretaría del Consistorio con fecha del miércoles 27 de noviembre, que las “deficiencias arquitectónicas” que han obligado al desalojo de las oficinas y parte de la zona de viviendas del puesto que este Cuerpo tiene en Dalías eran “más que conocidas” por la administración local.
Además, según el documento al que ha tenido acceso D-CERCA, estas deficiencias, que se originaron en el año 2008, deberían haber sido subsanadas “por la empresa responsable” de la construcción del talud contiguo al acuartelamiento “o subsidiariamente por el Ayuntamiento según escrito de la Abogacía del Estado de Almería de diciembre de 2011”, cuando aún era alcalde  Jerónimo Robles.

El escrito de la Guardia Civil presentado en el Ayuntamiento de Dalías comunica las medidas a adoptar “ante el riesgo de derrumbe y colapso” del puesto. Estas medidas son el “cierre temporal” de las instalaciones; el desalojo de parte de ellas; el aseguramiento de zonas aledañas al inmueble para evitar el tránsito de personas y la notificación del peligro existente a los adjudicatarios de viviendas en dicho acuartelamiento “y la posibilidad de desalojo futuro”.

Igualmente, el documento recoge una última medida sobre la consulta a la Abogacía del Estado “sobre la pertinencia de su personación en el procedimiento judicial contra la entidad bancaria y/o Ayuntamiento de Dalías”.

Versión municipal
Precisamente desde el Consistorio daliense emitieron este jueves, 28 de noviembre, un comunicado de prensa donde aseguraban no haber recibido ninguna notificación oficial del cierre del acuartelamiento; aunque el escrito de la Guardia Civil esta sellado un día antes.

En cualquier caso, en el comunicado oficial del Ayuntamiento también han insistido en que “aunque hemos mediado, la solución no depende del Ayuntamiento de Dalías, sino que se trata de un problema ocasionado por una empresa privada al edificio del cuartel de la Guardia Civil por la realización de unos trabajos de construcción yd el que debe hacerse cargo el seguro de responsabilidad civil de dicha empresa”.

En esta línea, ante las críticas surgidas en la oposición el PP, el Gobierno daliense pide en ese comunicado “responsabilidad” ya que, insisten, “este Ayuntamiento no puede ni debe solucionar con dinero público esta situación y además hacerlo sería ilegal y de una gran irresponsabilidad”.

En su argumentación, el gobierno daliense recuerda un informe técnico de la secretaria del Consistorio que recoge lo siguiente: “Si la Guardia Civil no consiguió que su vecino colindante terminase las obras del talud, debió habérselo exigido ante el Juzgado, en este caso sería el Juez competente el que determinaría si el peligro en las viviendas procedía del talud no terminado o de la falta de cimentación de los patios de las mismas, colindantes al talud. A juicio de esta intervención no puede destinarse dinero previsto para obras de urbanización para acabar una obra privada en dos parcelas privadas, lo anterior supone desviar el dinero público a una finalidad distinta de la ordenada en la ley que puede suponer malversar dinero público”.

Finalmente, desde el Ayuntamiento de Dalías han rogado “celeridad” a la Delegación del Gobierno “para que reclamen a la empresa privada la responsabilidad sobre los daños ocasionados en el cuartel de la Guardia Civil”.

Mientras que se resuelve la situación, los vecinos de Dalías y Celín tendrán que acudir a las dependencias de la Guardia Civil de Berja para llevar a cabo sus trámites de denuncia. Asimismo, desde la Guardia Civil también han confirmado a D-CERCA que el servicio de vigilancia en el término municipal de Dalías no se va a ver afectado en cuanto a número de agente ni en intensidad.



Almudena Fernández