Llega mañana al Centro Cultural ‘El Cascanueces’, de la mano de la Escuela Municipal de Danza ‘Zambra’

Llega mañana al Centro Cultural ‘El Cascanueces’, de la mano de la Escuela Municipal de Danza ‘Zambra’

Serán más de cien alumnos y alumnas los que, a través de su arte, contarán este clásico de Navidad, un cuento para toda la familia.

La Escuela Municipal de Danza ‘Zambra’, en colaboración con el Ayuntamiento de Adra, lleva al Centro Cultural ‘El Cascanueces’. La actuación será este viernes 27 de diciembre a las 21:30 y en ella, los más de cien alumnos y alumnas de esta escuela, bajo la docencia y dirección de Rocío Bogas Funes, contarán la historia de este juguete que cobra vida por Navidad, un cuento clásico de esta mágica época del año. Las entradas para disfrutar de ‘El Cascanueces’, una historia que hará las delicias tanto de mayores como de los más pequeños, están ya a la venta en taquillas y tienen un precio único de dos euros.
 
Este cuento, ideal para disfrutar en familia, cuenta la historia de Clara, que recibe de su tía, una encantadora maga, un regalo de Navidad. Se trata de un brillante muñeco cascanueces. La niña nunca imaginó lo que le depararía la medianoche. Un sueño lleno de magia, mundos fantásticos, danzas, copos de nieve y un mágico viaje.
 
El aspecto elegante y formal de los cascanueces, los transformaron en una de las figuras principales de las épocas navideñas. Cada cultura tiene su propia interpretación del significado de estos muñecos, pero la más expandida es la versión alemana, que asegura que dan buena suerte y traen prosperidad a los hogares.
 
Un cuento clásico 
El cascanueces tiene como base un cuento del escritor prusiano Ernst Hoffman, uno de los representantes más importantes del romanticismo alemán, titulado ‘El cascanueces y el rey de los ratones’ (1816), que narra las aventuras de una niña cuyo regalo de navidad cobra vida y debe luchar contra un sinfín de maldades del Rey Ratón junto a su compañero: el cascanueces.
 
Piotr Ilich Tchaikovsky (1840–1893), fue el encargado de transformar la historia de las letras a un ballet, bajo las órdenes de Ivan Vsevolozhsky, el director del Teatro Municipal de Rusia y una de las figuras políticas y culturales más influyentes de la época. Iván había quedado tan impresionado con el trabajo de Tchaikovsky en ‘La bella durmiente’ que le encargó que hiciera el más hermoso ballet de todos los tiempos, transformando la literatura de Hoffman de letras a movimiento y melodías.