El Hospital de Poniente impulsa un protocolo de rehabilitación precoz para intervenciones de prótesis de cadera

El Hospital de Poniente impulsa un protocolo de rehabilitación precoz para intervenciones de prótesis de cadera

Los pacientes operados a través de este método pueden comenzar a caminar en las 24 horas siguientes a la intervención y reincorporarse más rápidamente a su vida habitual.

El Hospital de Poniente ha desarrollado un abordaje novedoso para los pacientes que han de ser intervenidos de prótesis total de cadera. El ‘Protocolo de Rehabilitación Precoz’ facilita que las personas intervenidas puedan comenzar a caminar en las 24 horas siguientes a la operación y permite una reincorporación más rápida a las actividades personales y laborales.

El responsable de Gestión Clínica de Área Quirúrgica de la Agencia Pública Sanitaria Poniente, Hazem Alaskar explica que “la colocación de prótesis de cadera es una intervención cada vez más frecuente y que se realiza cada vez en población más joven, que precisa de una recuperación más rápida, para volver cuanto antes al trabajo y a su vida normal”.

Por ello el Hospital de Poniente ha implantado un abordaje multidisciplinar para este tipo de intervenciones, en el que participan las áreas de Traumatología, Anestesiología y Reanimación, Rehabilitación, Fisioterapia y Enfermería. El trabajo conjunto desarrollado por los profesionales de estas unidades permite seleccionar a los pacientes susceptibles de beneficiarse del protocolo de rehabilitación precoz y trabajar con ellos, tanto antes como después de la intervención, para facilitar su recuperación.

La intervención de prótesis de cadera consiste en la sustitución total de la articulación por una prótesis a artificial que pueda cumplir su función. Este tipo de intervenciones se realizan cuando la cadera está dañada, bien por una fractura o bien por la aparición de artrosis, que dificulta el movimiento y genera dolor y malestar al paciente. El protocolo de rehabilitación precoz se aplica actualmente a pacientes con artrosis, que además cumplan con una serie de requisitos: han de ser personas delgadas, jóvenes (menores de 70 años) y estar dispuestas a colaborar y poner de su parte en el proceso de rehabilitación.

El traumatólogo del Hospital de Poniente, Daniel Donaire señala que “frente al proceso habitual, que precisa entre cinco y siete días de hospitalización y una larga recuperación, en nuestro centro hemos desarrollado un enfoque coordinado perioperatorio, dirigido a reducir el estrés quirúrgico y facilitar la recuperación postoperatoria”.

El proceso se desarrolla en siete pasos: consulta de Traumatología, consulta de Anestesia, consulta de Enfermería, intervención en quirófano, hospitalización, alta y revisión en consultas. En el primero de estos pasos, la consulta de Traumatología, se selecciona al paciente, que según Daniel Donaire “debe ser una persona colaboradora, tiene que ser un sujeto activo, que entienda el proceso y que participe en él para contribuir a su recuperación”.

En la consulta de Anestesia se trabaja con el paciente para controlar el dolor tras la intervención y evitar complicaciones y en la de Enfermería se le explica de nuevo todo el proceso y se evalúa si cuenta con el apoyo social necesario para afrontar los primero días tras el alta hospitalaria.


Abordaje anterior

En el ámbito quirúrgico, la principal novedad es la aplicación del abordaje anterior en la cirugía de cadera. Esta técnica, mínimamente invasiva, permite separa la musculatura del paciente, evitando seccionar tendones y músculos para poner la prótesis, lo que se traduce en menor dolor postquirúrgico y permite al paciente poder empezar a caminar al día siguiente. Donaire subraya que “esta técnica quirúrgica no se puede aplicar a todo el mundo, ya que los pacientes tienen que ser jóvenes y estar delgados”.

Tras la intervención, se controla el dolor y el trabajo coordinado de Enfermería y Fisioterapia permite que al día siguiente la persona intervenida pueda empezar a caminar con muletas y dar sus primeros pasos. “Nuestro objetivo es que el paciente venza sus miedos, reeduque su marcha y al día siguiente o a los dos días de la operación ya pueda subir y bajar escaleras y desplazarse con la ayuda de las muletas”, apunta Donaire.

El paciente es dado de alta entre 24 y 48 horas después de la intervención quirúrgica y se marcha a su domicilio con un seguimiento activo por parte de la enfermera gestora de casos del centro. En la primera semana se realiza la revisión en consultas, se responden a las posibles dudas que pueda y se inicia el programa de fisioterapia para su rehabilitación.

Daniel Donaire destaca que “el proceso es complejo y requiere mucho esfuerzo y mucha coordinación, pero se traduce en enormes beneficios para el paciente”. Se estima que un 80% de las personas que son intervenidas para la colocación de una prótesis por artrosis de cadera podrían beneficiarse de esta técnica.