Los hechos se desarrollan cuando una patrulla de la Guardia Civil que prestaba servicio de seguridad ciudadana por la A-358 recibe una alerta del Centro Complejo de Comunicaciones (C. C. C. – 062) sobre que una persona se encontraba en problemas en su domicilio en un núcleo urbano próximo.
Los agentes se trasladan urgentemente al lugar y con apoyo de un efectivo de Policía Local se entrevistan con el hijo de la víctima que manifiesta haber recibido un audio preocupante de su madre.
Los agentes comprueban como la vivienda donde se encuentra la víctima está completamente cerrada, así como que de el interior de esta emana un fuerte olor a gas.
Los agentes evalúan un riesgo alto tanto para la víctima como para las viviendas anexas y entran en la misma forzando la entrada, localizando en el interior varias bombonas de butano, una de ellas abierta y con la goma cortada.
Los agentes de la Guardia Civil con gran celeridad, extraen las bombonas del domicilio asegurándolas y proceden a evacuar a la víctima, que es trasladada posteriormente al Hospital del Poniente donde queda ingresada bajo una gran tensión emocional.
Posteriormente una dotación de bomberos del poniente realiza una comprobación de las bombonas verificando su cierre y seguridad.
Con esta actuación los agentes de la Guardia Civil, además de evitar las graves consecuencias para la víctima, evitaron un accidente de muy graves consecuencias.
