Con Pablo Machín al mando, el lateral ejidense de 26 años sigue siendo indiscutible en un Alavés que podría firmar su mejor temporada de las últimas en este curso, sobre todo si sigue por la senda que ha cogido en su buen arranque.

Como todos los entrenadores que han pasado por el Club Deportivo Alavés, Pablo Machín considera a Rubén Duarte como una pieza fija en sus esquemas. El lateral izquierdo de El Ejido se está consagrando en LaLiga Santander, donde ya ha superado los 100 partidos como profesional y los 10 000 minutos sobre el césped.

A sus 25 años recién cumplidos, el almeriense está considerado como un titular indiscutible en el conjunto vasco, uno de los futbolistas por los que pasa la suerte de un club que parece que este curso podría mirar más allá de la pelea por la permanencia.

Los buenos resultados del cuadro vitoriano hacen prever que el Alavés podría estar mucho más arriba de lo que en un principio se le situaba en LaLiga 2020-2021. Ha conseguido marcadores muy meritorios, como los empates ante FC Barcelona y Levante con un futbolista menos durante mucho tiempo, y eso le ha permitido entrar en una dinámica muy positiva con la que esperan no pasar apuros en la campaña.

Una de las claves, además, está siendo esa defensa que ha implantado un técnico muy escrupuloso en el apartado táctico como es Machín. Los números no engañan y como podemos ver en las apuestas de fútbol, de momento estando a noviembre de 2020, cuando estos se enfrentan a equipos de similar calibre, los pronósticos suelen ser cerrados y el marcador se mueve poco en su contra. Bastante menos que en las temporadas anteriores. Y en parte, eso también hace relucir a un Rubén Duarte que sigue sumando experiencia en una competición de tan alto nivel.

SALIÓ DEL POLIDEPORTIVO EJIDO

Por esa razón, se ha convertido desde hace tiempo en toda una inspiración para los aficionados al fútbol de El Ejido, que pudieron disfrutar en su día de este gran jugador en su etapa de formación que pasó en el Club Polideportivo Ejido antes de marcharse al Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona.

Tras sus exitosos inicios en Los Molinos, el ejidense decidió probar suerte en un club en el que se sentía como en casa, ya que era el más importante de su localidad natal. Posteriormente, esta entidad desapareció y se acabó convirtiendo en el actual El Ejido 2012, que ahora cuenta con un proyecto muy suculento a las órdenes de Jesús Vázquez en Segunda División B.

A todo esto, gracias a esta subida de categoría, cabe una posibilidad todavía mayor de que Duarte cruce su camino con el equipo de su tierra en la Copa del Rey 2020-2021, un enfrentamiento que sería bonito y emotivo para el lateral del Alavés. Aunque, también es cierto que ese posible duelo sería complicado para el equipo vitoriano, tanto por el buen comienzo que han demostrado tener los celestes en su Grupo 4 de Segunda B, como por el hecho de que la actual normativa de la competición llevaría la eliminatoria de partido único al Municipal de Santo Domingo, salvo que se tratara de una semifinal.

que así ocurriera, sería un buen momento para que Duarte luciera con alguna de las equipaciones de la presente temporada de El Ejido, ya que es muy común que si un jugador de Primera se enfrenta al equipo modesto de su ciudad con el que comparte un pasado, pose con su camiseta para hacer publicidad al club, algo que por ejemplo se pudo ver hace poco tiempo con Saúl Ñíguez y el Elche. Y esta oportunidad sería muy buena para el equipo almeriense, sobre todo ahora que poco a poco Rubén se está destapando no ya solo como el lateral izquierdo por excelencia del Alavés, que también, sino como comoun jugador importante de su demarcación en LaLiga, por la dificultad que entraña el superarle en el uno contra uno, además de la gran experiencia que contempla ya a sus 26 años.

En resumen, el ejidense que se marchó muy joven de Andalucía para probar suerte en un fútbol más de élite está consiguiendo crecer y asentarse de la mano del Alavés, club con el que podría regresar a sus raíces en un posible cruce de la Copa del Rey contra El Ejido 2012.