La ampliación del Cementerio de El Ejido permitirá cubrir las necesidades poblacionales durante cinco años con casi 1.000 nichos más

La ampliación del Cementerio de El Ejido permitirá cubrir las necesidades poblacionales durante cinco años con casi 1.000 nichos más

Las obras del proyecto de ampliación y remodelación del Cementerio de El Ejido ya están casi concluidas, a falta de algunos pequeños remates que estarán listos en los próximos días.

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, y el concejal de Obras Públicas, Servicios y Mantenimiento, Alberto González, junto a técnicos municipales, han aprovechado la ocasión para comprobar ‘in situ’ la significativa mejora que estas importantes instalaciones municipales han experimentado tras los trabajos realizados por el Consistorio en los últimos meses.


A este respecto, el regidor ejidense ha hecho hincapié en que “estas obras sirven para reforzar este servicio, además de mejorar la imagen con un espacio más ordenado, bien distribuido y mucho más funcional; al tiempo que se ha incrementado la accesibilidad. El Camposanto suma ya un total de 6.736 nichos y 483 columbarios”.


Góngora ha explicado que “se trata de una ambiciosa iniciativa que requería premura; ya que, en los últimos años, sólo este Camposanto ha registrado una media de uso de 200 nichos al año. Una cifra que da buena cuenta de la imperiosa necesidad que existe de garantizar una infraestructura que cubra las previsiones de defunciones a corto y medio plazo”.


Sin duda, se trata de una relevante actuación con la que se ha pretendido cubrir las necesidades de este servicio durante los próximos cinco años de un municipio que se encuentra en constante crecimiento poblacional.


Los trabajos se iniciaron este verano y han consistido en la remodelación, ampliación y mejorara de la accesibilidad a través del paseo principal existente al que se le ha dado continuidad no sólo en esta primera fase sino también en las venideras con el fin de mejorar la ordenación, conexión de estos espacios y eliminación de las barreras arquitectónicas existentes. También se han habilitado dos zonas entre los módulos de los nichos con árboles como algarrobos y tipuanas que otorgan sombra, así como mobiliario urbano con bancos, papeleras e iluminación LED para ganar así en eficiencia, ahorro e intensidad lumínica. Igualmente se ha procurado la optimización de las vías de circulación dentro de estas instalaciones de cara a facilitar las maniobras de los vehículos fúnebres, así como de los de mantenimiento. Se han instalado fuentes a lo largo de todas estas instalaciones y se ha dotado de un jardín para el esparcimiento de las cenizas en el que se ha plantado un olivo centenario y se está terminando de levantar una cruz de dos metros y medio en tres dimensiones de mármol y retroiluminada.