El
Restaurante La Costa (estrella Michelin, 2 soles Repsol) ha entrado en el ‘Top
100’ de 2020 de los restaurantes españoles favoritos de los clientes de ‘El
Tenedor’, la plataforma líder de reservas en Europa. Y no es casual. En un año
complicado para los restaurantes de alta gastronomía, los comensales han
valorado de forma muy positiva toda la entrega e imaginación que José Álvarez y
su equipo han invertido para seguir buscando ese disfrute especial con el que
el chef ha querido premiar siempre a todos sus clientes.
El ‘Top
100’ de El Tenedor es un ranking de referencia en el sector gastronómico que la
plataforma publica cada año y que eligen los propios comensales que reservan,
disfrutan y comparten su experiencia en la App de El Tenedor. «A partir de sus
comentarios y valoraciones, se ha reconocido el prestigio, trabajo y dedicación
de los restaurantes que más han triunfado en España durante este difícil año»,
explica en un comunicado la plataforma de El Tenedor.
Para
elaborar este listado, El Tenedor ha tenido en cuenta diferentes criterios,
como las notas obtenidas por los restaurantes en este 2020, el volumen de
opiniones de este año, las visitas a la ficha del restaurante y las reservas
generadas. De este modo, los restaurantes del ‘Top 100’ forman también parte de
la selección de ‘insider’ de El Tenedor, donde se destacan los mejores
restaurantes del momento, aquellos que han destacado por algo especial,
incluyendo además a los galardonados por la Guía Michelin.
No
obstante, en esta selección del ‘Top 100’ están ausentes muchos restaurantes
seleccionados por la guía roja, ya que a veces el criterio del comensal difiere
del de los inspectores de Michelin. De hecho, en Andalucía apenas ocho
restaurantes están en ese ‘Top 100’ en el que se encuentra La Costa.
2 Soles Repsol en
2020
A pesar de las
visicitudes de la Covid, el año 2020 fue especial para La_Costa. Y es que su
chef, José Álvarez, empezaba el año recogiendo en San Sebastián el segundo sol
de la Guía Repsol para su restaurante La Costa.
También ha sido un
año para abrir La Costa a nuevos clientes, como reconoce el chef ejidense, ya
que «muchos almerienses que no habían venido nunca, porque buscaban planes
gastronómicos más especiales fuera de su provincia, nos han dado la
oportunidad». En ese sentido, Álvarez se muestra muy exigente, ya que «con
muchas dificultades, hemos doblado los esfuerzos y hemos puesto a prueba
nuestra creatividad para no defraudar a esos nuevos clientes».
Y es que auqnue el refrán popular defiende que ‘nadie es profeta en su
tierra’, José Álvarez ha sabido ganarse el reconocimiento de sus vecinos a los
que «estoy eternamente agradecido por el apoyo que me han dado siempre y porque
este año se han volcado con nosotros, reservando, disfrutando, dejándose
llevar». Pero si de algo es consciente el chef ejidense es que todos estos
logros son «gracias a mi equipo, la familia de La Costa, a la que «veo más
unida que nunca, quizás por esta situación».
Trayectoria
Cabe destacar la dilatada trayectoria
del restaurante ejidense, gestionado por José Álvarez en segunda generación. Y
es que fueron sus padres, Rogelio e Iluminada, los que iniciaron el negocio,
con un humilde bar que ya entonces buscaba ofrecer a sus clientes el mejor
producto, de forma más tradicional que en la actualidad. Años más tarde, su
hijo, José Álvarez, se incorporaría al negocio familiar y tardaría poco en
iniciar los cambios que han dado lugar al actual restaurante, a partir del año
2000, cuando se realizó la primera gran reforma del negocio. Desde entonces, José
Álvarez ha abanderado la verdura de invernadero y los pescados y mariscos del
Mar de Alborán, que son la base de su cocina y que ha popularizado allá donde
ha viajado para mostrarla.
En verano de 2015 el chef ejidense
asumió la dirección gastronómica del Club de Golf de Playa Serena en Roquetas,
donde cuenta con un restaurante y espacio para todo tipo de celebraciones.
En verano de 2017 José Álvarez dio una
nueva vuelta al negocio, al crear un nuevo concepto, la ‘Barra de José
Álvarez’, donde la oferta gastronómica camina entre la tapa y la ración, con platos
de un tamaño adecuado para compartir y probar varias cosas. Además, se
introduce la coctelería y se pone a disposición de los clientes una amplia gama
de vinos por copas seleccionados por el sumiller, todo esto en una atmósfera
mucho más fresca y divertida. Al otro lado queda el restaurante, que también ha
sufrido una pequeña transformación, al ubicar en cocina una gran mesa de pase
en la que los clientes del menú degustación empiezan su comida con los
aperitivos que elaboran los cocineros delante de ellos en el momento.