Buena acogida a la exposición 'Mi patria chica' con testimonios gráficos y sonoros sobre la vivencia en tiempo de pandemia en Vícar

Buena acogida a la exposición 'Mi patria chica' con testimonios gráficos y sonoros sobre la vivencia en tiempo de pandemia en Vícar

“Es una experiencia única por lo que en ella se muestra y por los testimonios que se recogen de cómo se ha vivido la gran crisis sanitaria en lo que va de siglo. Una exposición que recordará a generaciones venideras el como la sociedad viciaría afrontó la crisis”, señala Antonio Bonilla sobre ‘Mi patria chica’ la muestra que desde el pasado fin de semana puede visitarse en el Parque de la Infancia de Vícar, en Las Cabañuelas.

La acogida hasta el momento a este proyecto, impulsado por el Ayuntamiento, y realizado conjuntamente por Factoría Jarana (Juan Asego) y Cristina de Pedro (Pedro Cerezo y Cristina Bravo) , no ha podido ser más brillante, con numerosas visitas, entre la del propio Antonio Bonilla, cuyo testimonio es uno de los que recoge esta exposición. En la que se refleja el impacto que la irrupción de la pandemia del COVID-19 supuso para Vícar y sus habitantes hace catorce meses. A destacar la aportación del talento local a este proyecto, que como reconoce el equipo artístico, “los artistas locales nos han regalado momento s muy especiales y han hecho una unión muy bonita con lo que saben hacer y de cómo sienten y viven cada espacio del pueblo”.

Esta primera entrega de la exposición recoge por un lado imágenes fotográficas de los espacios más emblemáticos del municipio, y por otro, retratos de personas del municipio, testigos de la pandemia que ofrecen su personal testimonio de lo acontecido. Las fotos de los espacios emblemáticos van acompañadas de una pequeña reseña sobre los mismos, y junto a ellas un código QR que transporta al visitante a dicho lugar, a través de una imagen, video ART, canción, poesía, receta, podcast o el clip de un película, sorprendiéndoles de esta forma y creando experiencias individuales.

En cuanto a los retratos de los testigos, ofrecen dos imágenes, una normal y otra con mascarilla. Bajo el primera una leyenda con sus datos personales y lo que estaba haciendo cuando se declaró el estado de alarma, mientras que bajo la de la mascarilla, aparece un código QR que conduce a un audio que rwecoge el testimonio de la persona retratada sobre su vivencia de la cuarentena.

La idea es que este proyecto sea vivo y tenga su continuidad en el tiempo, pues el equipo artístico se presta a preparar una segunda entrega que vendrá a recoger los deseos e inquietudes de los vicarios después de la cuarentena.