El alcalde, Francisco
Góngora, ha puesto de relieve que “el objetivo es que se proteja a las regiones
europeas, como El Ejido, productoras de frutas y hortalizas, que se ven
amenazadas por la competencia desleal derivada de la falta de consideración
laboral, social, ambiental y fitosanitaria, que supone la producción, en este
caso de Marruecos”.
En la Corporación
Municipal existe una profunda preocupación por la evolución de las últimas
campañas hortofrutícolas, ya que la cuenta de resultados apenas permite una
economía de subsistencia para los agricultores, para las empresas de
comercialización y en general para el sector de las hortalizas.
Góngora ha mostrado su
apoyo al sector y ha indicado que se da un “claro conflicto de intereses”. “Es necesario que se revise el listado de
productos sensibles, como el pimiento cuya producción por parte de Marruecos
está subiendo, o la sandía, que también está creciendo de manera vertiginosa, y
para la cual no existe ningún tipo de cupo, un hecho que resulta inadmisible”.
Tal y como se ha señalado
durante la sesión plenaria, gran parte de esta difícil situación económica
tiene su causa en la competencia desleal que ejercen teros países,
principalmente Marruecos, que compiten por el mismo mercado, la Unión Europea y
además coincidiendo con el mismo calendario. De hecho, el valor de las
exportaciones de frutas y hortalizas marroquíes a la Unión Europea
prácticamente se ha duplicado en los últimos 8 años, pasando de 899 millones de
euros en 2012 a más de 1.958 millones de euros en 2020. El primer edil ha recordado que “ya
han pasado diez años desde su firma y que, ya en su día, dijimos que iba a ser
lesivo. En este tiempo, las zonas productoras se han resentido de manera importante”.
La Corporación Municipal
del Ayuntamiento de El Ejido, consciente de la responsabilidad que le confiere
ser el principal municipio de la Unión Europea que surte de hortalizas al
Mercado Comunitario, en el período en que Marruecos es el principal competidor,
reivindica ante las autoridades competentes que:
-El Gobierno de España solicite formalmente en el seno de
la Comisión Europea de Agricultura que se revise el Acuerdo de Asociación entre
la Unión Europea y el Reino de Marruecos con el fin de disminuir los
contingentes de importación, dado que el Mercado Europeo se ha reducido por el
Brexit, y revisar los precios de entrada de la UE de las hortalizas procedentes
de terceros países como Marruecos, de manera que constituya un verdadero
mecanismo de contención.
-Que se aplique la cláusula de salvaguardia, en función
de la situación del mercado, para que se cumpla con la filosofía del Acuerdo.
-Que se restablezca el Principio de Preferencia
Comunitaria hasta que se homologue el modelo marroquí con los de la Unión
Europea.
-Que se destinen más recursos a los Puntos de Inspección
Fronterizos (PIFs) en todas las aduanas de la Unión, para que permita inspeccionar
fielmente el verdadero origen de las exportaciones a la Unión Europea;
controlar y contabilizar exactamente la mercancía que entra a la Unión de
países terceros, para que responda a la contingentación acordada; y aplicar los
aranceles derivados de la aplicación de las reglas del Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), con máximo rigor.
-Que se incluyan como productos sensibles para la Unión
Europea, frente a terceros países, el pimiento, la berenjena, la sandía y el
melón.
No sólo para El Ejido, los
efectos negativos para el sector por la aplicación abusiva del Acuerdo de
Asociación entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos se han traducido en
una reducción de los precios por debajo de los costes y, en el caso de España,
un ajuste de las exportaciones.
Por todo ello, la
Corporación pone de manifiesto ante las autoridades competentes el
incumplimiento por parte de Marruecos del Acuerdo de Asociación suscrito con el
país magrebí. También reclama su revisión y la necesidad de vigilar su
ejecución, para no poner en peligro la continuidad del cultivo en el sur de la
Unión Europea, pues la propia Comisión Europea en sus informes reconoce que,
por su inactividad, a medio plazo la UE podría perder la mayor parte de su
comercio frente a las importaciones de países terceros.
Góngora ha concluido que es
“necesario y prioritario revisar ese acuerdo. Algo que está pidiendo todo el
sector”.