El municipio de El Ejido es sede de la
Escuela de Verano con Intervención Terapéutica para menores con Trastorno del
Espectro Autista (TEA) y otros trastornos del Neurodesarrollo organizada por la
Asociación Neuralba Contigo, que se está impartiendo en las instalaciones de la
Escuela de Educación Infantil Gabriela Mistral. Una iniciativa en la que
colabora el Ayuntamiento de El Ejido; la Asociación de Navarra de Autismo, ANA;
la Asociación ‘Soy Especial y qué’; y la Asociación ‘Aldeílla Joven’, que también
cuenta con el respaldo de numerosas empresas la provincia.
El alcalde de El Ejido,
Francisco Góngora, ha visitado hoy el espacio junto a la edil de Servicios
Sociales, Delia Mira, para comprobar in situ el desarrollo de esta importante
iniciativa que como ha detallado “contribuye a la mejora de los niños a la vez que
se convierte en un tiempo de respiro para las familias logrando que también
durante el periodo estival sus hijos continúen su trabajo diario con las
terapias en aspectos fundamentales que no pueden frenarse por las vacaciones”.
Cerca de 30 monitores, entre
voluntarios y profesionales, atienden de manera individualizada a cada alumno
en función de sus necesidades específicas. La Escuela cuenta con un horario de
nueve de la mañana a dos de la tarde, donde se atiende a 16 niños de entre 2 y
17 años, desde el 29 de junio y hasta el 20 de agosto. Para ello cuenta con un equipo
especializado y con gran conocimiento en valoración e intervención terapéutica
para TEA, compuesto por logopedas, psicólogos o terapeutas ocupacionales.
La responsable de la
Asociación, Nazaret Fernández, ha explicado que “la finalidad de esta Escuela
de Verano es que los meses estivales no supongan un retroceso o detrimento en
las destrezas adquiridas durante todo el año por los niños ya que está
comprobado que el periodo vacacional puede ser un impedimento en el
aprendizaje”.
Se trabaja de manera
individualizada con cada usuario para reforzar los objetivos terapéuticos y en
grupo para mejorar las habilidades sociales. Además, se desarrollan talleres de
manualidades, cocina, musicoterapia, deporte adaptado, psicomotricidad y
autonomía y se organizan excursiones con salidas al aire libre: a la piscina,
playa, Balsa del Sapo y Mariopark, para trabajar la inclusión en otros
entornos.
Góngora ha remarcado que lo
importante de esta iniciativa “es mantener el aprendizaje en las habilidades
funcionales, sociales y académicas de los menores que precisan de cara a su
plena integración, también durante el periodo estival, con terapias que
trabajan aspectos fundamentales en cuanto al fomento y refuerzo de su autonomía
y mejoran su calidad de vida”.
De igual modo, la III
Escuela de Verano busca mantener la estructura que necesitan estos niños para
su adecuado aprendizaje curricular; aprovechar la plasticidad cerebral durante
la infancia para impulsar y asentar los aprendizajes; reforzar y fomentar la
autonomía personal, habilidades funcionales y sociales; y fomentar el
voluntariado y la solidaridad.