El pasado tres de septiembre una finca situada en el cruce
de la Carretera de San Agustín con El Solanillo (Roquetas) era víctima de un acto
de vandalismo.
“Empezaron arrancando las plantas, pero se ve que se
cansaron pronto y acabaron cortándolas, con todos los hilos y las gomas” cuenta
a D-CERCA Tamara, hija del propietario del invernadero.
Según explica Tamara, entre 10.000 y 15.000 plantas se
vieron afectadas por los destrozos, aunque la familia ha intentado recuperar a
la mayoría, por lo que son 3.000 las que dan totalmente por perdidas, aunque el
número pueda aumentar.
“No tenemos problemas con los vecinos, ni con los
trabajadores, ni con nadie, no tenemos otra explicación”, cuenta Tamara. Por
ello, y por la violencia con la que han actuado los asaltantes contra la
propiedad, creen que ha debido de tratarse de un ajuste de cuentas que iba
dirigido a otra persona, “no tenemos otra explicación”.
Aunque aseguran haber denunciado los hechos ante la Guardia
Civil, Tamara se muestra negativa, “la denuncia no irá a ningún sitio”. Ella
solo pide una cosa, “que no vuelvan más”.
Francisco Lirola