Da comienzo la temporada 2021/22 en la Segunda División Nacional, cuarta categoría en España, participando en ella el filial del Club Balonmano Cantera Sur Bahía de Almería con una plantilla en la que se reúnen los jóvenes valores que han ido creciendo en las bases capitalinas y muchos de los experimentados jugadores que componían el equipo ejidense en los cursos anteriores.

Todos ellos, dirigidos por Manu Quiroga, quien a pesar de su juventud ha pasado de las canchas a los banquillos a nivel sénior masculino (hasta ahora compaginaba labores de jugador en el combinado azulino y entrenador del Bahía femenino). En la primera jornada, los canterano-sureños se enfrentan a Domca BM Vega de Granada este sábado a las 17 horas en el Pabellón Municipal de Las Norias.

Analizando el rival, el míster ha señalado que se trata de “un equipo fuerte, de los ‘cocos’ de la categoría”, pero eso no frena que se vea “muy ilusionado y con muchísimas ganas” ante el debut en una liga en la que, en este curso, el cuadro almeriense se halla dentro del Grupo B recorriendo la mitad oriental de Andalucía (el Grupo A engloba ahora a la mitad occidental).

Potencia desde abajo

Hay que destacar sobre el plantel granadino que es un recién ascendido desde la Primera División Andaluza, superando la primera fase en el campaña pasada y terminándola con el tercer puesto en la fase final, habiéndose reforzado muy bien durante la pretemporada, en la cual, los canterano-sureños han disputado dos amistosos, venciendo en el primero de ellos a BM Indalo por 24-25 el 27 de septiembre.

En cambio, el día 30 tocó derrota por 10 goles frente a BM Roquetas, en un compromiso “como esperábamos, bastante duro”, dado que los roqueteros “tienen una de las mejores plantillas de Andalucía y son los claros candidatos para subir a Primera Nacional”, según Manu, quien ha detallado que “la primera parte la empezamos con una intensidad muy buena, sobre todo en defensa”.

Si bien “en ataque estuvimos un poco más atascados” y “nos fuimos cuatro o cinco tantos abajo al descanso. En la segunda parte empezamos a rotar, probar cosas nuevas, y ahí es cuando se despegaron en el marcador”, de modo que “las sensaciones no fueron del todo malas, pero sí nos quedaba mucho más que trabajar”.