¿Todo el campo español es también extrema derecha?

¿Todo el campo español es también extrema derecha?

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, lejos de entender las protestas de los transportistas españoles, echó balones fuera intentando deslegitimarlos acusándolos de ser "grupos de ultraderecha" que "están intentando someter a este país, que están sustituyendo la palabra por los palos, las piedras y los clavos". Después de la enorme manifestación del domingo en Madrid por la defensa del campo, me imagino que no hará la misma reflexión, de lo contrario, pensar que todo el mundo es de extrema derecha haría obligatorio la convocatoria de elecciones para que sea el pueblo quien decida quién tiene que gobernar.

Ya no se trata de transportistas, pescadores o agricultores, es más que evidente que este Gobierno está desconectado de la realidad y se escuda en echar la culpa al Covid-19, a la crisis económica general, a la crisis energética y a la guerra de Ucrania provocada por Putin. Es cierto que la situación no es la mejor por todos esos motivos ni para este Gobierno ni para cualquier otro que hubiera, no obstante, las soluciones que aporta el Ejecutivo son escasas, nulas o bien llegan muy tarde y la población cada vez tiene menos aguante a causa de una economía que se deteriora y hace perder poder adquisitivo a trabajadores por cuenta ajena, autónomos y empresarios en general.

El Gobierno ha dado sobradas muestras de su incapacidad para aportar soluciones, e incluso ha caído en el ridículo más absoluto criticando problemas económicos como la subida de la energía eléctrica cuando gobernaba Rajoy y luego tener que aceptar su incapacidad para frenar el precio desorbitado de la luz de hasta un 400%.

La mentira y la falta de credibilidad están llevando contra las cuerdas a Sánchez y los suyos y son cada vez más los colectivos que se tiran a la calle para mostrar su descontento contra un Gobierno descabezado, que miente con frecuencia y que no aporta soluciones.

La ministra aseguró igualmente que "yo no me voy a sentar con un grupo de radicales que están actuando con violencia", olvidando totalmente los años de sufrimiento que los herederos de ETA hicieron pasar al conjunto de la ciudadanía española, esos mismo que hoy son sus socios y con los que no tiene reparos en negociar una y otra vez. Lo mismo que olvida que para radicales violentos, los independentistas catalanes que le apoyan para que tenga un sillón ministerial. Con estos no tiene reparos en sentarse. Pues estoy firmemente convencido de que la cuenta atrás para este Gobierno ha empezado ya y no es a causa de la labor fiscalizadora de la oposición, sino porque el propio pueblo, la ciudadanía está diciendo basta ya y a partir de ahora las manifestaciones, huelgas y otros actos de protesta se van a suceder por todo el país, lo cual va a generar una situación incierta que puede derivar en una convocatoria adelantada de las elecciones, muy a pesar de que Pedro Sánchez lo viene descartando desde principio de legislatura, no obstante, “las verdades” del presidente del Gobierno están dejando mucho que desear.

Por otra parte, baste recordar que la huelga de los transportistas se inició de forma tenue y han conseguido hacerse notar. Los medios de comunicación apenas prestaron atención a estos autónomos y al final toda la prensa sucumbió a la alarma creada por tanto camión protestando y por tantos chalecos amarillos a pie de carretera.



José Antonio Gutiérrez, director de D-CERCA