En la actualidad, las
cabinas se encuentran en mal estado debido a la corrosión de su cuerpo
metálico, además de presentar un problema de funcionalidad debido a su gran
altura, más de 6 metros, lo que no facilita una actuación de emergencia, además
de ofrecer poco espacio de maniobra. Por este motivo, se ha dado el visto bueno
a la adaptación de nueve torres de vigilancia existentes repartidas por todas
las playas del municipio, aprovechando su cimentación y estructura principal,
para sustituir la cabina superior. La nueva cabina será de madera, de forma que
permitirá su instalación en la época de verano y se podrá desmontar durante el
invierno, garantizándose así una mejor conservación. Estarán colocadas a una
altura de 3,3 metros desde el nivel de la arena. Además, se adquirirán 2 torres
de vigilancia completamente nuevas, con base y cuerpo de madera, para reponer
equipamiento.
El resultado redundará en
un incremento de seguridad para los bañistas ya que los socorristas podrán
llevar a cabo actuaciones más ágiles y rápidas, a la vez que reducirá los
riesgos para los socorristas en la subida y bajada.
El presupuesto destinado a
esta actuación asciende a 55.418 euros que se dirigirá a la adquisición de unidades
de estructura superior de torres de vigilancia, transportables con caseta de
vigilante, plataformas entarimadas, barandillas, escaleras de acceso y mástiles
para las banderas.
Esta
actuación, en combinación con otras siete, se enmarca en la subvención de
‘Recuperación medioambiental y uso sostenible de las playas del litoral
andaluz’, subvencionada con 500.000 euros por la Junta de Andalucía, a través
de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local y
cofinanciada por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Agrícola de
Desarrollo Rural.