Los supermercados han inflado
el precio de las hortalizas
hasta el punto que los
consumidores han dejado de
comprar algunas de ellas por su
elevado coste. Tal es el caso de la
sandía, cuyo precio se ha disparado
tanto que hasta los grandes
medios de comunicación se hacen
eco de lo prohibitivo que resulta
comprar una pieza de esta
fruta. Aunque el productor cobre
por una sandía media de seis kilos,
0.70 céntimos de euro (4,20
euros el valor total de la pieza),
supermercados en Madrid la están
vendiendo al público a 9,6
euros, cantidad verdaderamente
elevada por un solo producto de
toda la cesta de la compra. El
efecto inmediato es que el consumidor
deja de comprar y el precio
en origen de esta fruta cae de
golpe. Nadie quiere cortar sandía
en los invernaderos porque la
gran distribución tiene piezas sin
vender por el alto precio de las
mismas que no terminan adquiriendo
los consumidores.
Esta coyuntura puede ser el
resultado de una Ley de la Cadena
Alimentaria deficitaria, que
está dando muestras de no estar
teniendo el efecto esperado para
evitar la descompensación entre
lo que cobra el productor y lo
que paga el consumidor final. Tal
y como dicta el artículo 12 del
Real Decreto-ley 5/2020, de 25
de febrero, “con el fin de evitar la
destrucción del valor en la cadena
alimentaria, cada operador de
la misma deberá pagar al operador
inmediatamente anterior un
precio igual o superior al coste efectivo de producción de tal
producto en que efectivamente
haya incurrido o asumido dicho
operador”. Sin embargo, los mayores
beneficiados son los supermercados,
quienes especulan poniendo
a precios desmesurados
las frutas y hortalizas, excusados
en el supuesto buen precio en
origen que han tenido, cuando el
agricultor ha tenido que hacer
frente a la mayor subida de costes
de producción de su historia
(luz, agua, abonos, materiales de
construcción, plásticos, semillas,
combustible y un largo etcétera).

*El valor de la sandía a 1,79 euros por kilo. *El precio del melón en el supermercado a 2,49 euros por kilo.
TASA SINGLE
La ‘tasa single’ hace referencia al
coste extra que tienen que afrontar
las personas que viven solas
por el mero hecho de serlo.
Cuando una persona que vive
sola va al supermercado a comprar
sandía, o bien está obligado
a comer de esta fruta durante varios
días seguidos, o se le echa a
perder. Como solución, los supermercados
ofrecen la posibilidad
de comprar esta fruta en porciones,
lo que eleva aún más el
coste de la misma, viéndose rodajas
a 1,60 euros.
Asimismo, esta situación
puede provocar un importante
descenso en el consumo de frutas
y hortalizas frescas, sobre todo
en el caso de cultivos tan representativos
para la provincia de
Almería como es el caso de la
sandía, cuyos consumidores finales
la están empezando a considerar
como una fruta de lujo. En
la campaña agrícola 2020/2021,
la sandía desbancó al pimiento
como el producto con más superficie
cultivada en Almería, con
un total de 12.575 hectáreas,
siendo, sin lugar a dudas, el principal
producto de los almerienses
para el ciclo de primavera.
Ante esta situación, no estaría
de más una revisión de la Ley de
la Cadena Alimentaria para comprobar
si realmente todos los eslabones
que conforman dicha
cadena están siendo beneficiados
equitativamente, evaluando el
coste real que tiene el agricultor
a la hora de producir una sandía.
Además, también hay que contar
con factores climatológicos que
afectan en gran medida la producción
de los agricultores. En
esta campaña de sandía ha habido
muchos factores que han influido
en la merma de producción,
tales como los excesos de
lluvia y la calima, que imposibilitaron
el buen cuaje de esta fruta,
cayendo en torno al 40 por
ciento la producción. Y no solo
en Almería ha habido problemas,
puesto que en la Región de Murcia,
las lluvias que cayeron del
21 al 31 de marzo impidieron la
polinización.
Con este panorama marcado
por la incertidumbre que el agricultor
debe hacer frente año tras
año, algunos supermercados venden
hasta cinco veces más caro
respecto al precio en origen,
siendo este un margen altísimo.
Carlos Gutiérrez Gutiérrez