El precio del gasóleo preocupa más que la electricidad en el Poniente

El precio del gasóleo preocupa más que la electricidad en el Poniente

Tanto el petróleo como la energía eléctrica son dos fuentes fundamentales para el desarrollo de la primera actividad económica en el Poniente almeriense, la agricultura. Es cierto que las grandes exportadoras de frutas y hortalizas necesitan una gran carga de energía eléctrica para funcionar, no obstante, los litros de combustible para llevar las hortalizas a Europa son mucho más numerosos y no solo por el porte de los camiones tráiler al destino final. Todos esos kilos de hortalizas son previamente transportados desde los invernaderos a centros de manipulado con camiones o furgonetas que usan el mismo diesel.

Por este motivo, el objetivo de este artículo es saber si los precios de este combustible van a seguir incrementándose o por el contrario van a bajar. La respuesta, aunque algo aventurada, es deducible tras los datos que aporta la prensa internacional al respecto y casi podíamos asegurar que van a bajar.

Un informe económico, publicado recientemente, ha puesto en duda el mercado del petróleo, disparado desde que Rusia invadió Ucrania en febrero. La entidad bancaria que ha hecho tal análisis anticipa que el precio del crudo puede caer hasta los 65 dólares (ha llegado a 112 hace poco) por barril en caso de una recesión. Así mismo Goldman Sachs considera que la retirada de posiciones del mercado del petróleo ya ha comenzado. Sobre el precio del crudo también pesa la fortaleza del dólar frente a divisas como el euro, lo que puede reducir la demanda en Europa, el temor a nuevos confinamientos en China y los problemas laborales en Noruega.

Con estos datos y las investigaciones que está haciendo el Ministerio de Hacienda que trata de saber si las empresas suministradoras de combustible han incrementado el valor del gasoil para aprovecharse de los 20 céntimos que aporta el Gobierno, hacen pensar que el precio de cada litro de diesel empiece a decaer considerablemente en los próximos días. También es cierto que la fuerte demanda por las vacaciones está ralentizando esta caída que ya se ha iniciado la semana pasada, viendo valores próximos a 1,86 euros, sin aplicar 0,20 euros del Gobierno.

Todo parece indicar que esta bajada va a ser un respiro para empresas exportadoras, transportistas y agricultores en general dentro de panorama sombrío por las continuas subidas de materias primas entre las que se encuentran el plástico o el abono como elementos más destacados, amén de otras fuentes de energía necesarias en la puesta en marcha de los cultivos bajo plástico.

Aun así, se prevé un ‘otoño caliente’ porque los efectos de la guerra de Ucrania y las consecuencias del Covid-19 se van a seguir sintiendo durante un tiempo en una economía totalmente descontrolada en la que todos estamos perdiendo más de lo que esperábamos por una inflación que roza los 10 puntos porcentuales y que ayuda poco a recuperar la estabilidad económica de las familias después de todas las alteraciones que ha generado la pandemia.



José Antonio Gutiérrez, director de D-CERCA