El parking de Almerimar

El parking de Almerimar

Las excepcionales condiciones naturales de Almerimar, todos los que vivimos en el entorno las conocemos, ahora bien, aun siendo cierto que esta parte de la costa de El Ejido tienen una baja edificabilidad, tenemos que tener presente que las playas son un enorme reclamo para vecinos y turistas. Dicho esto entenderán que me refiera al problema del aparcamiento en esta urbanización.

Así las cosas, no hace mucho comenté con unos amigos que a nadie se le había ocurrido crear un parking público en una zona tan saturada de vehículos como esta. Un espacio que se proyectara bajo tierra y además tuviera la altura permitida para cualquier edificio de esta zona. De ser así se habían llevado a cabo dos objetivos primordiales, el primero de ellos ganar dinero y el segundo dar calidad de vida a los residentes y visitantes en esta zona.

Aparcar en los meses de julio y agosto en Almerimar se ha convertido en misión imposible. Es cierto que todos los edificios tienen su aparcamiento particular, pero no es menos cierto que muchos de los habitantes veraniegos tienen más coches que aparcamientos, o coches que no caben en sus plazas de garaje, con lo cual siguen usando espacios públicos.

Este problema que ahora es evidente, con el paso del tiempo se va a acentuar mucho más, solo hay que echarle un vistazo a las obras en ejecución para saber cómo va a aumentar la ocupación en los próximos años.

De no ser un parking la solución a Almerimar no sé sabe cuál será. Esta urbanización está limitada al norte por el alcor de Almerimar que es un tajo calizo impresionante, por el este está acotada por el paraje natural de Punta Entinas, al sur por el mar Mediterráneo y por el Oeste por Guardias Viejas, con lo cual, buscar aparcamiento por expansión, va a resultar, cuando menos imposible. Así las cosas, puede ser que en el futuro volvamos a leer este humilde artículo y lo que a alguno le pueda parecer una exageración o argumento sin contenido, le pueda resultar una solución urgente no realizada.

De cualquier forma, durante estos días he bajado a la urbanización ejidense y créanme, me ha resultado desesperante poder aparcar y la experiencia me limita para volver, especialmente en días señalados en los que la afluencia de público es mucho mayor.

Creo, sinceramente, que determinadas cosas que hacemos en la vida van encaminadas a descansar, a disfrutar y a vivir. Llegar a Almerimar y cansarte de buscar aparcamiento, dar más vueltas que un trompo para dejar el coche y andar dos kilómetros para llegar al lugar deseado no es vivir y mucho menos descansar, es más bien lo contrario.

A ver si tenemos suerte que, entre administraciones e inversores, se encuentren con este artículo y reflexionen al respecto encontrando una solución a este problema que cada vez se torna más incómodo.


¡Feliz verano!



José Antonio Gutiérrez, director de D-CERCA