Me parece, cuando menos, lamentable que haya quienes deseen la
desaparición de un club deportivo para satisfacer sus intereses económicos
El deporte al
amparo de las instituciones locales o provinciales se fomenta para que
fundamentalmente los más jóvenes se integren en clubes que les permitan
desarrollar actividades deportivas fundamentales para su desarrollo personal y
para mejorar su estructura física y su salud.
Pues bien,
dicho esto, me parece lamentable que haya quienes digan que “El Ejido no da
para dos equipos de fútbol” ¿qué no? ¿De dónde sale semejante estadística? A
ver si de lo que se trata es de conducir a los ciudadanos ejidenses como ovejas
hacia el estadio donde juega el equipo que le interesa a alguien en concreto.
Desde que me inicié en el periodismo, la premisa fundamental para que un equipo
tenga aficionados es que se sucedan las victorias, que ofrezca triunfos a sus
seguidores y que estimule el orgullo competitivo, no la vergüenza de una
derrota tras otra. Nadie va a obligar a los seguidores de un club a gastarse
dinero o a emplear tiempo en ver cómo la mayor parte de los rivales lo
doblegan, terminan pasando vergüenza, hasta los incondicionales del Atlético de
Madrid le dan la espalda a sus ídolos si no ganan, ya lo hicieron el pasado fin
de semana.
Desde que el
club que milita en Segunda RFEF decidiera cambiarse el nombre y volver a usar
la denominación “Polideportivo El Ejido”, la batalla legal por el registro de
la marca no ha cesado con el otro club que milita en categoría provincial y que
se denomina “Poli Ejido C.F.” De momento el Registro de Patentes y Marcas del
Ministerio de Industria ha dado la razón en todas las ocasiones a la entidad
que milita en categoría provincial, pero todo parece indicar que la “guerra” se
está trasladando a otros escenarios
¿A qué viene
todo esto? Viene a que la semana pasada se ha vivido un episodio barriobajero
entre ambos clubes porque al parecer, la táctica que emplean algunos para
intentar llevar aficionados a sus partidos es romper o tratar de ocultar los carteles
que anuncian los encuentros. Por otra parte, la sucesión de partidos de los
diferentes clubes en Santa María del Águila ha llevado a que aficionados de un
equipo terminen pagando al otro para ver a su equipo, lamentable.
Desde luego, si
esta es la táctica para hacer que los aficionados vayan a los partidos creo que
están muy equivocados. Los aficionados terminan entendiendo porqué su club debe
tener una denominación u otra, los que no lo aceptan son los radicales que
deberían estar muy lejos de los estadios de fútbol. Por otra parte, creo que
las Fuerzas del Orden deberían echar un vistazo a las redes sociales y
controlar el germen de odio que se está gestando en El Ejido con este asunto,
hay algún twit que da miedo ver. Lo mismo no estaría mal que algún airoso
“aficionado” pasara un tiempo en comisaría dando explicaciones de lo publicado
en redes sociales.
Finalmente,
para los que se sientan deportistas y sepan de qué va esto del deporte, los
equipos y los deportistas tienen seguidores si consiguen victorias, si
entusiasman a quienes representan, por la fuerza nadie es aficionado de ningún
club ni de ningún deportista. Las derrotas solo evidencian un fracaso y una
derrota tras otra una vergüenza. A ver si alguien toma nota y se deja de
perseguir al vecino como si fuera el centro de todos sus males.
Por cierto, el
pasado fin de semana había más gente en el campo de fútbol de Santa María del
Águila que en el estadio de Santo Domingo. Algo está pasando.
José Antonio Gutiérrez