El domingo se avecinaba como un día grande para el Poli El Ejido. Los celestes sumaban dos victorias consecutivas y un partido como local parecía la oportunidad perfecta para reengancharse a la pelea de esta siempre difícil 2RFEF.
El conjunto dirigido por David Cabello se presentó al partido buscando algo más que tres puntos. Si bien es cierto que el juego de los pupilos del entrenador malagueño fue muy bueno en distintas fases del encuentro, tres terribles acciones defensivas condenaron a un equipo que dominó todo el partido sin éxito.
Quizá la frustración de no obtener nada positivo, o tal vez los ánimos ya cargados a consecuencia de que el equipo no consigue despegar en Santo Domingo, tanto afición como entrenador se mostraron muy nerviosos en los minutos finales. Fue en la acción del gol de la condena cuando la gota rebasó el vaso y explotó en gritos desde la grada en contra de Cabello. El entrenador, no solo no se mantuvo callado, sino que se giró alterado pidiendo a los aficionados una calma que parecía ya no existir.
Tras el partido, muchos de los fieles celestes destacaron este acto en redes sociales definiéndolo como “inaceptable”. Cabello, asumiendo su parte de culpa y en un intento por apaciguar las aguas, ha salido al paso declarando que “mi gesto y mis palabras a ellos era que estuvieran tranquilos, que nos dieran confianza, y justo en ese momento nos llegó el tercero y todo cambió, pero hasta ese momento el partido estaba controlado, con algún error en salida de balón que nos generó incertidumbre, y que el rival nos penalizó sin hacer prácticamente nada”. Sin olvidar los errores en defensa, el míster celeste destacó también que “hubo cosas que me gustaron muchísimo”.
Los celestes afrontan ahora una semana sin partido en la que podrán seguir trabajando la idea de juego de un Cabello que, cuando se le ofreció el puesto, tanto afición como directiva conocían. Como bien concluía el malagueño, “estamos todos en pocos puntos” y es hora de trabajar todos a una “sin bajar los brazos”.
Fran Fernández