El pasado lunes 16 de enero la comunidad educativa (profesorado, alumnado, AMPA…) del
IES en cuestión, se concentró en la puerta del centro con la intención de reclamar una ampliación de
las instalaciones, sin que ello suponga la reducción de espacios comunes ni la pérdida de espacios de
sombra.
El equipo directivo del centro manifiesta que las reformas deben ser planificadas y avisadas
con tiempo de antelación, ya que no han contado con ellos en ningún momento.
En concreto se trata de 4 aulas, 3 de mayor tamaño y una pequeña (esta última, no necesaria
según el equipo directivo), que se están construyendo, durante el horario escolar, en los soportales del
patio del centro, utilizando para ello estructuras con vigas metálicas y placas de pladur.
Diferentes familias del AMPA, presentes en la concentración, denuncian que esta supuesta
“ampliación” ha propiciado la eliminación de espacios de sombra y de disfrute y descanso de sus
hijos e hijas, como son las mesas de ping pong, o el rincón para jugar al ajedrez en los recreos.
Además, destacan lo reducido que quedará el patio tras las obras, haciendo que los más de 500
alumnos y alumnas del centro, tengan que hacinarse en un espacio pequeño de patio para protegerse
de las inclemencias del tiempo.
Por otra parte, el claustro del centro destaca la imposibilidad de desarrollar su labor en el día
a día, ya que los operarios desarrollan las obras en horario escolar con el perjuicio que ello conlleva:
ruido, transporte de materiales… además del riesgo potencial de que ocurra un accidente que pudiera
afectar a algún miembro de la comunidad educativa.
Miembros del sindicato USTEA se personaron en el centro y pudieron comprobar que la zona
de trabajo no se encuentra correctamente delimitada (únicamente con una cinta de plástico que los
niños/as pueden pasar fácilmente), y que los operarios desarrollan el trabajo sin tener en cuenta el
horario del centro. Entre otros trabajos, se realizó cortado de metal que provocaron que las “chispas”
saltasen sobre algún docente del centro. Estos aspectos fueron denunciados por USTEA en la
Delegación, debido al riesgo de posibles accidentes que pudieran ocurrir por la realización de dichas
obras dentro del horario lectivo.