Las labores semanales se
intensifican en aquellas zonas más susceptibles de proliferación como en Punta
Entinas, Almerimar y otras poblaciones costeras, láminas de agua, colectores e
imbornales, susceptibles de albergar las fases larvarias de estos mosquitos. Así,
tras el monitoreo, se aplican productos larvicidas y adulticidas mediante
nebulización con productos autorizados en sanidad ambiental. También se
interviene en las
zonas de vegetación densa y en jardines municipales con la ayuda de vehículos y
maquinaria especializada.
De igual modo, se está
diseñando de manera conjunta una nueva campaña de concienciación para estrechar
la colaboración público-privada en materia de prevención y control de mosquitos,
para lo que se editarán folletos, cartelería, cartas informativas y se emitirán
cuñas de radio, destinadas a informar a los vecinos, comunidades de vecinos, administradores
de fincas y empresas responsables de zonas verdes y piscinas”.
El concejal de Agricultura
y Medio Ambiente, Manolo Martínez, ha indicado que “orientamos las tareas ante
la subida de las temperaturas para evitar las molestias que los mosquitos
ocasionan entre los vecinos, a la vez que pedimos la colaboración ciudadana
para evitar focos de cría en el ámbito privado”.
El
Ayuntamiento cuenta desde 2020 con una Ordenanza Municipal que establece la
necesidad de trabajar de manera conjunta mediante un código de buenas prácticas
para el control y erradicación, “se trata de abordar un plan completo de
prevención para actuar desde todos los frentes y que los resultados más
eficaces”.