“Desde Clínica Serma recomendamos empezar ya con el tratamiento para eliminar completamente el pelo, ya que en una solo sesión no se consigue este resultado, sino que se necesitan entre seis y ocho para poder olvidarnos completamente del vello”, explica María Tarifa, gerente de Clínica Serma, quien además señala que este número de sesiones son orientativas, “cada persona cuenta con un tono de piel y un color de vello determinado, y esto también influye”.
Este aspecto es vital a la hora de decidir si empezar con un tratamiento láser, “a las personas de piel blanca y pelo negro se les cae más rápido, mientras que los de piel morena y pelo rubio tarda más en caerse”, explica la gerente de Clínica Serma, que especifica que “siempre que el pelo sea fuerte se cae antes”. Además, hay que tener en cuenta que existen tipos de pelo en los que el láser no es eficaz, “el vello rubio con raíz blanca no se cae. Lo mismo ocurre con el pelirrojo, como mucho puede eliminarse el 20 por ciento”, aclara María Tarifa.
También debe tenerse en cuenta en qué época del año se realizan las sesiones con láser, siendo la más recomendada otoño, “en esta época es ideal comenzar con el tratamiento ya que da tiempo a realizarse las sesiones necesarias para llegar al verano sin un solo pelo”, explica Tarifa. Otra opción, la más recomendable a esta altura del año, es comenzar el tratamiento en primavera y descansar los meses de verano, “dos sesiones antes de verano pueden hacer que pasen los meses de julio y agosto sin vello y poder retomar el tratamiento en septiembre o en octubre”, especifica la gerente del centro.
Es importante tener en cuenta estas fechas debido a que la exposición al sol antes y después de haberse realizado el láser puede ser peligrosa. “Se recomienda que pase una semana desde que se realiza el tratamiento hasta la exposición al sol, al igual que antes se recomienda que la piel lleve una semana sin una exposición excesiva a los rayos solares, si no es peligroso, ya que puede quemar la piel”. María Tarifa explica la importancia de no tener la piel quemada a la hora de aplicar el láser, “no es apto realizar una sesión en una piel morena por la exposición al sol, ya que puede provocar quemaduras. Tenemos experiencia con los tres tipos de láser que existen y con todos se pueden producir estas quemaduras”, de ahí la relevancia de realizarse las sesiones en la época indicada.
Cabe destacar también la importancia de realizarse las sesiones de manera correcta, ya que el tiempo que transcurre entre una y otra y que estas no se interrumpan son factores determinantes para obtener el resultado deseado. “Dependiendo de la zona, entre sesión y sesión deben pasar dos meses, en el caso de que sea corporal, y un mes o mes y medio si se trata de una zona facial”, señala la gerente de Clínica Serma.
Antes de la sesión
Existen muchas dudas sobre cómo debe acudirse a la sesión de láser: pelo rasurado desde hace algunos días, rasurarse el mismo día o asistir a la cita sin haberse rasurado. Desde Clinica Serma explican cómo debe ser este aspecto en referencia al láser con el que trabajan: “Con Alejandrita te puedes rasurar tres días antes o el mismo día, pero se recomiendo tres días para que el vello crezca y el láser lo pille mejor, aclara Tarifa.
En cuanto al dolor asociado a estos tratamientos, María Tarifa explica que se ha reducido considerablemente en la actualidad, “antes era más doloroso, pero ahora, gracias a las nuevas máquinas, no es tan molesto. A esto se suma el uso de crema anestésica en las zonas más sensibles, como el pubis”.
Finalmente, desde Clínica Serma hacen hincapié en la importancia de informarse sobre el tipo de máquina a la que va a exponerse el cuerpo, además de la formación de la persona que va a realizar el tratamiento, “es necesario contar con el título de auxiliar de enfermería para trabajar con Alejandrita. Esto requiere una formación llevada a cabo por profesionales médicos, que te enseñan el uso de esta máquina. Además, es una formación anual en la que enseñan las nuevas técnicas y las últimas novedades”.
