El alcalde de
Roquetas de Mar ha asistido a la Misa de Resurrección de la Iglesia Ortodoxa
rumana, en la que, como cada año, cientos de fieles se encuentran para celebrar
juntos la Resurrección de Cristo.
La tradición
ortodoxa rumana dice que la liturgia comience con el templo a oscuras a las 12
de la noche del sábado, pero para coincidir con la hora de Rumanía, en Roquetas
se adelanta una hora el anuncio de que Cristo ha resucitado y un cirio
encendido que porta el sacerdote así lo simboliza.
Posteriormente,
se invita a los asistentes a encender los suyos. Es entonces cuando todos
abandonan la Iglesia y dan tres vueltas al templo, por los tres días que, según
el Evangelio, estuvo muerto Cristo. El Evangelio se lee ante la puerta cerrada
de la Iglesia y, después, se regresa dentro. Tras la misa, preparan vasos de
vino y pan que se bendicen, y luego se los llevan a casa junto con la vela
encendida. También se bendicen los huevos pintados. Una bonita y entrañable
ceremonia que cada año congrega a cientos de personas en el templo de Las
Salinas.