¿Podemos pedirle lluvia a San Marcos?

¿Podemos pedirle lluvia a San Marcos?

San Marcos ya está aquí y los vecinos de El Ejido y Adra se preparan para unos días de intensa fiesta por todo lo alto

Este año, posiblemente, las alegrías de la pizarra de precios permitan un jolgorio más distendido gracias a que la rentabilidad ha resistido la subida generalizada que el productor ha tenido que seguir soportando para obtener sus cosechas.

Dicho esto, no está mal echar mano al refranero popular y recordar aquello de que “en la casa del pobre las alegrías duran poco” porque nos acecha la más brutal de las sequías jamás conocida por el campo almeriense. La falta de agua nunca ha llegado a ser un problema determinante en este campo, además parece ahora que las medidas tomadas años atrás están dando sus resultados y el riego está asegurado por un tiempo muy a pesar de que no se esperan lluvias hasta el mes de noviembre de este año. ¡Una barbaridad!

Con este panorama, cabe plantearse a las puertas de la celebración del Santo Patrón de los Animales si podemos pedirle que nos mande un poco de agua de lluvia para aliviar la carestía que sufre la tierra, los acuíferos y la agricultura en general.

Por si alguien no lo sabe, la celebración de San Marcos se inició por estos lares para pedir al Santo que protegiera a los animales de tiro: caballos, mulos, burros y bueyes, principalmente, de enfermedades que limitarán su ayuda a los agricultores del momento en las tareas agrarias. Con el tiempo, estos animales se han convertido en mascotas y se han sustituido por potentes tractores, camiones, carretillas elevadoras y otras herramientas que permiten hacer el trabajo que antes desarrollaban estos animales.

Es evidente que el cometido de San Marcos no es hacer que llueva, sino proteger a los animales, aun así, solo nos queda pedirle al cielo agua y él está más cerca de conseguirlo que cualquiera de los mundanos que andamos por aquí.

Con este artículo busco dos objetivos fundamentales, me imagino que algún lector ya lo ha percibido, pero por si acaso, no me importa ser más explícito. Por un lado, estoy haciendo una invitación a la celebración del Santo Patrón de los Animales y por otro lado, trato de hacer un llamamiento para el grave problema que se nos avecina para soportar diez meses esperando agua de lluvia que alivie la sequedad del campo y esa sensación que algunos tenemos de que es posible que el cambio climático lo arrase todo.

Las noticias nacionales indican que la sequía va a encarecer los alimentos. No es ninguna tontería que se haga este tipo de anuncios por parte de los analistas económicos si tenemos en cuenta que menos agua significa menos cultivos y por lo tanto menos oferta y de hecho los precios subirán al haber menos producción. ¿Qué esto nos favorece? No lo tenemos tan claro, habrá que esperar a ver cómo aplican los intermediarios sus ganancias a cantidades más reducidas de productos comestibles.

En espera de lluvia y las consecuencias de la sequía, disfruten todo lo que puedan de la celebración de San Marcos.



José Antonio Gutiérrez