El pasado lunes, 1 de mayo, una celadora del Hospital Universitario de Poniente sufrió una violenta agresión por parte de un grupo de personas. Según relatan desde el CSIF, esta
profesional realizaba sus funciones como punto de control al acceso de
familiares y acompañantes a la planta de pacientes ingresados, ante su negativa
a dejar pasar a un grupo de familiares muy numeroso, le propinaron varios
golpes y empujones hasta romperle el labio con un teléfono móvil y también
destrozaron su puesto de trabajo, de tal modo que tuvo que ser atendida en las
urgencias del hospital. En respuesta a este suceso, el CSIF ha organizado una
concentración de trabajadores y trabajadoras en señal de repulsa.
En
este sentido, la central sindical exige más medidas de seguridad para que los
profesionales cuenten con mayor protección, con el objetivo de evitar este tipo
de episodios violentos y más aún, en puestos de trabajo que son altamente
sensible, como es el caso de este colectivo profesional de celadores
hospitalarios, en puntos de acceso de estas características, donde
prácticamente a diario se sienten intimidados y acosados por la realización de sus
funciones. Por otro lado, CSIF también responsabiliza al SAS por no evaluar
adecuadamente los riesgos que tienen estos profesionales en estos puestos de
trabajo recientemente creados. Asimismo, la central sindical espera que se
endurezcan las penas a los agresores como medida para acabar con las
situaciones violentas que vive el personal de la sanidad pública.
A este
respecto, CSIF ha recordado el preocupante aumento del número de agresiones a
este colectivo profesional en parte como consecuencia de los recortes
presupuestarios en materia de seguridad de hecho, la provincia de Almería sea
la segunda de toda Andalucía con la mayor tasa de agresiones al personal de la
Sanidad según los últimos datos del Servicios Andaluz de Salud.
En
este sentido, CSIF exige al SAS que termine con esta lacra y pide a los
usuarios que respeten a los profesionales sanitarios, porque no son los
culpables de la situación y reclama a las administraciones que reaccionen de
manera inmediata y doten a las plantillas de los medios necesarios para
afrontar estos incidentes, así como la implementación de mayores medidas de
seguridad.
Por
otro lado, CSIF propone que se potencie la vigilancia privada en los centros
sanitarios como medida activa de prevención ante las agresiones a
profesionales. El sindicato pide la creación de una partida presupuestaria
centralizada y destinada en exclusiva a la vigilancia de las instalaciones
sanitarias, de manera que los recursos que se dediquen a este fin, y cuyo
objetivo último es la protección de los profesionales, dejen de estar
supeditados a que los centros cuenten con más o menos presupuesto económico.
A
juicio de la central sindical, la vigilancia debe estar garantizada y no
condicionada a otros gastos o prioridades que deban atender los centros
sanitarios, tanto en Primaria como en Especializada. De esta forma, se
conseguiría también una mayor equidad en el recurso y se evitarían
desigualdades entre los distintos centros.