Fue enero de 2018 el mes que vivió el nacimiento de Carmofest, una asociación que reúne naturaleza, viajar, fotografía, animales y actividades al aire libre para alcanzar un único objetivo: pasarlo bien.

Miriam Borrego, su presidenta, cuenta que fue a través de una publicación en su instagram personal cuando surgió el proyecto. “Pregunté si alguien quería venir a la Cala San Pedro y después tomar algo, y aparecieron más de veinte personas de toda España”, recuerda. Justo en ese momento se comenzó a crear una comunidad que, con el paso de no mucho tiempo, se convertiría en el actual Carmofest. “Éramos gente aventurera, camper o amantes de la fotografía, pero ahora vienen familias con hijos”, explica Miriam, que empezó a organizar fines de semana completos porque “la gente ya aparecía el viernes para aprovechar al máximo el tiempo”.

Carmofest tuvo que “abrir el concepto”, convirtiéndose en lo que hoy en día es, una asociación que lleva a cabo encuentros tan variados como recogida de basura, recaudación de fondos para protectoras, senderismo o fotografía. “Nuestro último encuentro en Vícar tuvo de todo. Charlas formativas sobre Almería o drones, talleres de yoyó o atrapasueños, gymcana por el pueblo, carteles de medioambiente y recogida de basura”, desarrolla una presidenta que ya debe adaptar sus actividades a “no sólo aventureros, sino a toda una familia”.

Son muchos los frentes que Carmofest tiene abiertos ahora. Concienciar sobre enfermedades como el autismo es uno de ellos y, como ya hizo en el último encuentro, la asociación pretende enseñar sobre “asuntos de los que no sabemos lo suficiente”. Algo que se une a la colaboración con Equinac, asociación dedicada a salvaguardar a los animales varados de Almería y a la que Carmofest ayudará a recuperar los fondos necesarios para reabrir su centro, como dos de los grandes retos de 2023.

Pero, quizás, el proyecto más ambicioso de la asociación este año es su apertura al extranjero. Carmofest viene de actuar en Costa de Marfil, lo que quiere volver a repetir. “En un viaje, un compañero conoció a una tribu que comía tortugas, pero que tras la aparición de un español que estuvo con ellos un tiempo, ahora las tienen en conservación y cuidan de ellas”, cuenta Miriam. La población pasó de tenerlas de alimento a convertirse en sus protectores, y eso llamó especialmente la atención de la presidenta. “Vimos que había muchos niños, algunos sin zapatos, y se nos ocurrió la idea de colaborar con ellos”. Un proceso que se culminó tras la venta de unas camisetas con las que obtuvieron los fondos necesarios para poder llevar tantos productos a la tribu como fueron capaces.

De esta forma, Carmofest ha orientado su rumbo desde un principio en el que sus encuentros reunían solo a aventureros con Go- Pro, hasta trasformarse en una asociación abierta a familias y cuya misión es ayudar a personas, animales y medio ambiente cumpliendo el único objetivo que tenían al comienzo de su vida como organización: disfrutar de la naturaleza almeriense junto a amigos.

F. F. Díaz-Delgado