El 30 de junio
tienen que estar abonados todos los contratos federativos registrados de los
futbolistas que han pertenecido al club en la temporada 2022-2023. Por otra
parte, aún no hay entrenador que se haga cargo del nuevo equipo, y si lo hay no
lo han dado a conocer, primero tienen que liquidar el contrato de David Cabello
y, para eso, tiene un mes más; no obstante, nadie cree que el nuevo entrenador
llegue en agosto y empiece a hacer el equipo para Tercera RFEF.
Además, ya ha
dejado caer el presidente de la sociedad anónima deportiva ejidense que va a
usar jugadores de la zona y está centrando su mirada en el equipo de Berja. Lo
que realmente busca el argentino es no tener que pagar a los jugadores y
evitarse el pago de los alquileres que tantos quebraderos de cabeza le han
causado y que tanta deuda le ha generado este año.
A Bouza no lo
cree nadie. Ha conseguido que sus correligionarios se le vuelvan en contra y,
ahora, los que antes lo defendían en las redes sociales le piden que se vaya y
deje al club en manos de empresarios locales.
Alejandro Bouza
quiere vender un club que se ha devaluado tanto que no sabemos si hay comprador
capaz de valorar una plaza en la quinta categoría del fútbol nacional español.
El presidente va diciendo que va a pagar a los jugadores de la pasada temporada
vendiendo el 50% de las acciones que posee por 120.000 euros, las mismas que a
él le costaron 30.000 euros, según el capital social desembolsado para la
constitución de la sociedad anónima deportiva que se encuentra pendiente de
registro.
Por otra parte,
iniciar la nueva temporada va a ser un dolor de cabeza y otro de barriga. Bouza
ha perdido toda la credibilidad ante los aficionados, apenas 300 abonados y no
todos pagan, ante las empresas, cada vez hay menos dispuestas a poner su dinero
en forma de publicidad en nada que tenga que ver con este club por el
descrédito sufrido tras el descenso. La sensación que hay en el Ayuntamiento de
El Ejido sobre este club no es la mejor para recibir subvenciones, además, al
convertirse en una sociedad anónima deportiva con un propietario privado como
es Alejandro Bouza, desde el Consistorio ejidense se van a plantear si dar
subvenciones o ayudas a un empresario privado.
Por otra parte,
algunas categorías han dejado de pertenecer al club como ha sucedido con toda
la sección femenina, la cual, también ha de recibir ayudas municipales que
deben ir en detrimento del club de Bouza. No es de imaginar que desde el
Ayuntamiento ejidense abandonen a su suerte a todas las jugadoras que
estuvieron en Santo Domingo. Así mismo, mucho padres se plantean llevarse a sus
hijos al otro club local, el Poli Ejido CF, entre otras cosas porque resulta
más barato tener a los niños practicando este deporte.
El clamor
popular de afición, empresarios, abonados, futbolistas locales y algunos
miembros de la estructura actual de lo que queda del club están pidiendo a
gritos la marcha de Alejandro Bouza, no obstante, el argentino quiere recuperar
el dinero invertido, pero la devaluación del club tras el descenso no da para
tanto. El tiempo lo dirá, mientras tanto sigue este lamentable espectáculo.
José Antonio Gutiérrez