Se trata de una persona que, como toda
su familia, ha contribuido decisivamente durante varias décadas al desarrollo
cultural y social del municipio.
Martín Cuenca fue el
primer funcionario del Ayuntamiento ejidense encargado de tareas específicas
culturales y, posteriormente, asumió las funciones de coordinador general del
área municipal de Cultura. Es miembro de la Asociación Cultural Athenaa, fue
director del Instituto de Estudios Almerienses y su aportación, junto a la de
otros jóvenes pioneros cargados de energía e inquietudes, resultó determinante
para el nacimiento y posterior consolidación del Festival de Teatro de El
Ejido, y para otras iniciativas que, igualmente, han posibilitado el
crecimiento y desarrollo del municipio. Fue el caso de la primera biblioteca
pública con la que contó El Ejido.
“Cuando en El Ejido ni
siquiera disponíamos de un teatro o unas instalaciones preparadas para realizar
representaciones escénicas, el impulso de Gabriel y de otros compañeros a los
que también recordamos con enorme cariño posibilitó el surgimiento de un
festival que, casi medio siglo después, se ha convertido en todo un referente
nacional e internacional”, resalta el alcalde, Francisco Góngora, que será el
encargado de presentar al pregonero de San Isidro en el pistoletazo formal de
las fiestas.
Cuatro décadas de trabajo por la
cultura de El Ejido
Para Martín Cuenca,
pregonar las fiestas patronales supone “resaltar esos 40 años de trabajo por la
cultura de El Ejido y valorar a todos los compañeros que han hecho el viaje
conmigo y a los nueve concejales con los que he trabajado”, lo que le lleva a afirmar que se siente “muy
contento, más que por mí porque se trata de un reconocimiento a todos, a un
área de Cultura a la que en cierta forma no siempre se le ha dado la
importancia que ha tenido”.
Nacido en 1956, Gabriel
Martín Cuenca se instaló en El Ejido a los 13 años, aunque ya desde el mismo
año de su nacimiento, su padre, el recordado Manuel Martín Fornieles, había
comenzado una relación de verdadero amor con El Ejido, y especialmente con la
zona de Santo Domingo, barrio que surgió en torno a terrenos cedidos por el
propio Martín Fornieles.
Fue en el Instituto
Comarcal de Santo Domingo donde se inició la pródiga relación de Martín Cuenca
con la cultura.
Así, en su pregón tendrá un recuerdo especial “para todos
aquellos profesores y alumnos de los años 60 y 70, que ayudaron a desarrollar
el pueblo desde las aulas de aquel Instituto legendario un foco inesperado de
iniciativas culturales, sociales y deportivas”. Todavía hoy, apostilla el
pregonero, “creo que nos mueve aquel impulso de los años 70 por crear algo
nuevo, una nueva cultura, un nuevo pueblo”.