Los bañistas de una playa de Adra ayudaron a socorrer a una cría de delfín listado que llegó hasta la costa "en muy mal estado y delgado", como explican a D-CERCA desde la asociación Equinac, dedicada al rescate de cetáceos y tortugas marinas. 

"Lo hicieron increíblemente bien", aseguran los animalistas, "una sola persona, y manteniendo al pequeño a flote". Sin embargo, esta buena actuación por parte de los ciudadanos se vio empañada por las órdenes que recibieron de los socorristas presentes en el lugar, quienes insistieron fuertemente "en que lo soltaran", contrariando al protocolo establecido para este tipo de situaciones, que indica que lo primero que se debe hacer "es llamar a Emergencias 112" y, en caso de actuar, evitar agruparse a su alrededor, ayudarlo a que flote con la cabeza fuera del agua y no devolverlo al mar hasta que lleguen las autoridades competentes. 

A pesar de que tanto la Guardia Civil como Equinac fueron alertados y rápidamente se desplazaron al lugar integrantes de la red de varamientos de la asociación en la zona del poniente de Almerimar y Balerma junto a un equipo técnico veterinario, no pudieron volver a encontrar al pequeño, "que llevaba todo el día intentando varar en la costa" por su débil estado de salud. 

"Nunca hay que reintroducir a estos animales" explican desde Equinac, "porque entonces los estamos abocando a una muerte por ahogamiento. Respiran aire atmosférico, como nosotros, y necesitan ser atendidos". "Cuando estos animales varan en la playa", aseguran, "es porque están agotados y muy enfermos". La asociación defensora de los mamíferos marinos no augura un buen futuro para el delfín, "un neonato tan pequeño, que todavía esta lactando, y después de todo un día agotado y sin fuerzas ni alimento, sin su madre y su grupo, ya estará moribundo o quizá muerto".

Los delfines listados, especie a la que pertenecía esta cría, viven en manadas de unos 20 individuos, aunque pueden alcanzar números mayores. Es el cetáceo más común en el Mediterráneo occidental y representa el 60% de los varamientos que se dan en estas costas. Un ejemplar adulto puede llegar a medir hasta 220 centímetros de longitud. 

Francisco Lirola