Suleiman y Rafael, de 29 y 19 años respectivamente, son los jóvenes que el pasado viernes, 7 de julio, desparecieron en alta mar.
Su embarcación fue encontrada por Salvamento Marítimo, semihundida y a la deriva, a unos 20 kilómetros de la costa del núcleo ejidense de Balerma. Según trasladan a D-CERCA fuentes cercanas a la investigación, ambos partieron desde el Puerto Deportivo de Almerimar en una embarcación de fibra blanca de seis metros de eslora. A las 6:30 horas enviaron un mensaje de socorro a Salvamento Marítimo. Cuando llegaron a las coordenadas señaladas no hallaron ningún rastro de sus ocupantes. Medios aéreos y marítimos de Salvamento Marítimo y de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería siguen en su búsqueda, aunque también se está investigando que los jóvenes hayan podido llegar a tierra firme.
Tanto la familia de los jóvenes como las autoridades han pedido la colaboración de la ciudadanía en la búsqueda. Para transmitir cualquier información al respecto se puede contactar con la Guardia Civil a través del teléfono 092.
Acusaciones
Las mismas fuentes señalan que hay sospechas de que ambos podrían haber estado realizando labores de petaqueros, personas que suministran combustibles a las narcolanchas que esperan en alta mar su oportunidad para aproximarse a la península.
Esta actividad ilícita se ha extendido durante el último año en la zona del Poniente, siendo, supuestamente, uno de sus epicentros el Puerto Deportivo de Almerimar, desde donde partieron los ahora desaparecidos. Este lugar se encuentra en el punto de mira de al Comandancia de la Guardia Civil en Almerimar debido a los numerosos incidentes relacionados con el trabajo de los petaqueros que han ocurrido recientemente en el mismo puerto o en sus inmediaciones.
Mientras, los trabajos de la Benemérita están orientados hacia la prevención de la seguridad de las personas en los Puertos Recreativos, estaciones de servicio y vías de comunicación, a través de las cuales se realizan este tipo de traslados de mercancías altamente peligrosas para la seguridad colectiva. Tanto los envasases, cantidades, como medios de transporte no se encuentran homologados, por lo que debido a las condiciones ambientales y logísticas son un riesgo real y efectivo para personas, instalaciones y medio ambiente. Las garrafas conteniendo la gasolina se exponen durante largos periodos de tiempo a condiciones meteorológicas adversas (larga exposición al sol y altas temperaturas), tanto en los vehículos como en los puertos deportivos de la provincia y en ocasiones playas. La corrosión marina, la exposición al sol y modo de transporte afecta a la fiabilidad y estanqueidad de los envases, además de los riesgos que corren los conductores de vehículos, tripulantes de las embarcaciones y personas cercanas.