Este año ha
empezado la pretemporada con un partido ante el rival de siempre, el Almería
CF, y el resultado ha sido 0-7, donde los de ‘Pumuky’ no pasaron de ser el
sparring del equipo de primera división. Detrás de este partido solamente había
una maniobra económica para intentar conseguir dinero sin tener en cuenta el
ridículo que podían sufrir los aficionados locales, muchos de ellos abandonaron
el encuentro antes de finalizar la primera parte.
El segundo
partido de pretemporada enfrentó al cuadro celeste con el Granada CF, otro
primera recién ascendido y nadie sabe cuáles son los motivos que llevó al
equipo de Bouza a seleccionar este rival puesto que las consecuencias podían
ser semejantes e incluso peores que la del encuentro inaugural de la
pretemporada del cuadro que entrena José Heredia, efectivamente el 8-0 fue otro
estacazo para los aficionados ejidenses.
Los
“justificadores oficiales” tratan de explicar que “el equipo está sin hacer”
que “tan solo llevaba ocho días entrenando” y no podía estar preparado para
enfrentarse a estos competidores de talla mayúscula, pero claro, ninguno de
ellos explica que este equipo lleva preparándose solamente ocho días porque su
presidente y dueño absoluto después de la creación de la sociedad anónima
deportiva ha sido incapaz de liquidar a los jugadores de la temporada pasada antes
del 30 de junio y, sobre todo, al equipo técnico para poder disponer de un
entrenador que haga la nueva plantilla de cara a la competición oficial en la
Tercera Real Federación de fútbol y empezar antes los entrenamientos.
Está claro que
si han pasado solamente ocho días de entrenamiento la culpa la tiene el de
siempre, Alejandro Bouza, incapaz de llevar este proyecto a ningún sitio.
La afición
celeste debe prepararse para un nuevo año de derrotas y sufrimiento, de
vergüenza y desprestigio. Para empezar ya han encajado 15 goles en dos
partidos.
Con todo, esto
ahora mismo el equipo del argentino está intentando que los aficionados se
compren el abono y realmente están asustados de ver que se pueden encontrar con
una temporada todavía más dura y más denigrante que la pasada donde la caída
del equipo fue paulatina, lenta y dolorosa.
Lo mismo que el
año pasado, todo lo que rodea a este club son mentiras, justificaciones,
extrañas maniobras de entrenadores, jugadores, proyectos inexistentes y un
desprecio absoluto a la afición. Nunca el club celeste se vio tan arrastrado y
aún no ha empezado la liga.
José Antonio Gutiérrez