La devoción rociera ha
estado muy presente este sábado durante la celebración de la octava edición de
la Romería-Convivencia de Guardias Viejas a Almerimar, que ha venido precedida
por una solemne misa en la iglesia de Santiago Apóstol de Guardias Viejas,
oficiado por el párroco D. Roberto Rodríguez.
Ha presidido la misa el
alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, con la presencia de la parlamentaria
andaluza Julia Ibáñez, las ediles de Cultura, Elena Gómez, y de Turismo, María
Herminia Padial, así como el presidente de la Junta Local de Matagorda-Guardias
Viejas, Ángel Sánchez. Todos ellos han acompañado a la Hermandad de Nuestra
Señora del Rocío de El Ejido, con su Hermana Mayor Alicia García Lobato al
frente. A la llegada a Almerimar han sido recibidos por el presidente de la
Junta Local de este núcleo, Inocencio Gabriel Manzano. Han participado
igualmente representantes de otras hermandades y cofradías de El Ejido, de
otros municipios y de incluso fuera de la provincia.
“Es un evento muy bonito,
cargado de simbolismo y de fervor y entroncado directamente con la cultura y la
tradición popular andaluza”, ha señalado Góngora, quien ha felicitado a la
organización por el buen desarrollo de la romería, que, ha subrayado el
alcalde, “se ha convertido ya en toda una tradición por estas fechas en nuestro
municipio y cada año gana en calidad y en participación de peregrinos y
devotos”.
Los
participantes en este multitudinario acto han recorrido a pie la distancia que
separa el templo de Guardias Viejas de la iglesia de la Sagrada Familia de Almerimar,
donde se ha celebrado una ofrenda floral. Lo han hecho acompañados por
numerosas personas de otras localidades e incluso otras provincias que han
querido vivir en primera persona el fervor rociero. Posteriormente ha tenido
lugar una convivencia.
Efectivos
de Protección Civil y de la Policía Local han velado en todo momento por el
desarrollo seguro de una actividad organizada por la Hermandad de Nuestra
Señora del Rocío de El Ejido y el Ayuntamiento, que cada año moviliza a varios
cientos de personas, incluidos jinetes y amazonas, caballos, enganches,
carretas y peregrinos a pie.
Se han
llevado a cabo algunas paradas por el camino, con el doble fin de mantener al
grupo unido y dar descanso a peregrinos y animales. La Romería ha estado
amenizada con el sonido de las flautas y tamboriles rocieros, así como el coro
de la Hermandad de Nuestra Señor del Rocío de El Ejido.