La borrasca Ciarán empieza a provocar daños en el Poniente almeriense, que se encuentra en nivel de alerta naranja por fuertes rachas de viento que pueden llegar a alcanzar los 90 kilómetros por hora. 

Los puntos más calientes en esta comarca son los municipios de El Ejido y Roquetas de Mar. En el segundo, según informan a D-CERCA desde Emergencias 112 Andalucía, el viento ha tirado dos palmeras, en las avenidas del Mediterráneo y José Amat Benavides. Además, las fuertes rachas han arrancado parte del techo del gimnasio del CEIP Llanos de Marín, en la pedanía de Cortijos de Marín. 

En El Ejido, los daños de momento se limitan a un poste de telefonía volcado y unas chapas que han salido volando en la carretera N-340. En Tierras de Almería el viento ha arrancado de cuajo el techo de un pequeño módulo de una nave agrícola, provocando ligeras retenciones de tráfico que se han resuelto rápidamente. 

Al cierre de esta edición, estos fenómenos meteorológicos han provocado una treintena de incendias en la provincia de Almería, pero ningún herido. Sin embargo, la borrasca Ciarán ya ha dejado una víctima en España, una joven de 23 años que ha fallecido como consecuencia de la caída de un árbol en la calle Almagro de Madrid. 

Consejos

112 Andalucía ofrece una serie de consejos para evitar situaciones de emergencia en caso de fuertes rachas de viento. En primer lugar, se recomienda cerrar puertas y ventanas y retirar del exterior de las casas todos aquellos muebles y objetos (macetas, toldos, tendederos, sillas,...) que puedan caer a la calle y provocar un accidente. En la vía pública, no debemos protegernos del viento junto a muros o tapias, y nos alejaremos de cornisas o árboles que puedan desprenderse. Se deben extremar las medidas de precaución si estamos junto de edificios en construcción o en mal estado.

En días con fuertes vientos, es preferible no subir a andamios o plataformas similares que puedan verse desplazadas. En zonas de costa, nos alejaremos de las playas y otros lugares bajos que puedan verse afectados por las elevadas mareas y oleajes. Se aconseja evitar los desplazamientos por carreteras siempre que sea posible. Si no nos queda otro remedio, hay que respetar en todo momento las normas de circulación y mantenerse informados de la situación por fuentes oficiales. Si el fuerte viento nos sorprende durante un viaje en coche, no nos quedaremos dentro del vehículo, sino que buscaremos un lugar seguro donde poder refugiarnos.

Francisco Lirola