El cambio en la presidencia del Poli El Ejido se alza como solución

El cambio en la presidencia del Poli El Ejido se alza como solución

Un cambio de presidencia, al fin, es posible en El Ejido. Así lo indican las últimas informaciones que señalan que Alejandro Bouza parece abierto a una opción que, antes, ni siquiera se planteaba a pesar de los grandes conflictos que han rodeado a la sociedad anónima deportiva desde su llegada

Un cambio de presidencia, al fin, es posible en El Ejido. Así lo indican las últimas informaciones que señalan que Alejandro Bouza parece abierto a una opción que, antes, ni siquiera se planteaba a pesar de los grandes conflictos que han rodeado a la sociedad anónima deportiva desde su llegada.

Un club que, después de que viviera un arrollador inicio deportivo en el que encadenó varios ascensos consecutivos desde su aparición en 2012, se ha visto tambaleado por una inestabilidad económica que no ha hecho más que empeorar en las últimas temporadas, llegando al punto de afrontar a finales de 2023 una Tercera RFEF que lo mantiene en zona de peligro con tan solo una victoria.

La Navidad trae consigo un antes y un después en el que tan solo la llegada de un nuevo inversor podría salvar de la desaparición al conjunto ejidense. Pero, ¿cómo se produciría el reparto de acciones con un Alejandro Bouza que se mantiene en sus trece para seguir involucrado en un proyecto en el que ya ha demostrado que no es un buen gestor?

Gran parte del mérito de un posible acuerdo lo tiene la actual plantilla. Jugadores y cuerpo técnico parecen haber dicho basta y, representando también a la mayoría de profesionales y trabajadores que han pasado por Santo Domingo en los últimos años, y los cuales salieron por la puerta de atrás y sin recibir un solo euro, han provocado que, al menos, Bouza se siente a negociar ante la presión ejercida.

Una situación insostenible en la que ya muchos jugadores han abandonado el plantel, lo que podría provocar que la huida de unos cuantos más derivara en la descalificación de la SAD al no contar con las fichas profesionales necesarias para continuar en la quinta división del fútbol español.

Así, con su propia afición, plantilla y entorno totalmente en contra, el que hasta ahora continúa siendo presidente, Alejandro Bouza, se encuentra prácticamente solo ante el peligro, ya que ni siquiera gente de su confianza está dispuesta a hacer un nuevo esfuerzo económico que logre salvar las diferencias con unas redes sociales, medios de comunicación y, sobre todo, empresas, que ya lo tienen calado desde hace tiempo.

Todo ello sumado a que estamentos públicos como Ayuntamiento de El Ejido o Real Federación Española de Fútbol, necesitan y exigen que lo que es una empresa privada tras su conversión a SAD, esté al día tanto con Hacienda como con la Seguridad Social. Posición inalcanzable en este momento a causa de las grandes deudas que ahogan al club, con algunas de ellas, como es el pago a los monitores de las escuelas deportivas municipales, al borde de un cumplimiento que supondría no poder optar a futuras subvenciones públicas.

De esta forma, la solución a cada uno de estos problemas parece clara. Bouza ha perdido en los últimos años toda la credibilidad. En declaraciones a este propio medio, el argentino reclamaba a las empresas e instituciones un mayor apoyo, pero, cómo se confía en un proyecto que lleva haciendo aguas desde hace mucho tiempo? Solo un nuevo inversor solvente, y el cual cuente con el respaldo y reputación necesaria, puede salvar a una SAD que ahora se encuentra herida de muerte a la espera de que su propio presidente permita salvarla dando un paso al lado. No sin antes haber sido presionado por afición, empresas, jugadores y cantera de un club que quiere volver a ser respetado por los estadios de fútbol españoles.


F. F. Díaz-Delgado