Ha sido el año de las elecciones, se han celebrado tres convocatorias, y en las Generales con un resultado verdaderamente de película. Cuando todos pensábamos que Puigdemont acabaría ante la Justicia, todo ha cambiado y son los jueces los que van a ser juzgados.

Cuando creíamos que podía acabar la guerra en Ucrania, nos encontramos con que no solo no ha terminado, sino que además ha estallado otra en Israel más cruenta y encarnizada, posiblemente el conflicto más cruel de cuantos ha habido entre palestinos e israelíes.

El año que se va nos ha dejado la constatación de que el cambio climático es evidente y la sequía una realidad que nos afecta. Que el clima está cambiando ya no es un anuncio de ecologistas o anti sistemas, es una realidadque amenaza directamente al sector primario que es del que dependemos en Almería. La agricultura está amenazada por la falta de lluvia y por fenómenos climáticos adversos que no se han producido casi nunca y ahora son muy comunes.

A nivel local, ha sido un año con muchas cosas dignas de celebración, a pesar de que, en el contexto nacional, no parece que haya sido así. Es cierto que la coyuntura inestable que hemos padecido por la pandemia y las guerras ha servido para afianzar el papel del sector primario en el contexto mundial. No sabemos qué pasará cuando las aguas vuelvan a su cauce y no estemos hablando de crisis financieras y tipos de interés al alza. Está claro que la estabilidad económica no favorece de forma directa la comercialización de las hortalizas, no obstante, en época de carencia parecen cobrar un protagonismo especial y todo indica que es lo que ha pasado en 2023.

A nivel local ha habido una estabilidad política que contrasta bastante con lo sucedido en el panorama nacional. Aun así, lo que sucede en Madrid y en Barcelona parece afectarnos mucho más que antes. La crispación del descontento nacional la hemos vivido a pie de calle en el Poniente almeriense, algo insospechado hace unos años.

De cualquier forma, y por todo lo explicado hasta el momento, invocar a la tranquilidad como deseo para 2024 creo que es una petición más que apropiada para ser un poco más felices. Creo que la felicidad empieza por la tranquilidad y por la paz, a partir de ahí se puede disfrutar de una vida sin sobresaltos y más placentera cargada de momentos que se están perdiendo a causa de los sustos diarios que nos llegan como balas a través de ese instrumento telefónico que nos ha conquistado la vida.

En D-CERCA, a partir de hoy cerramos nuestra edición en papel hasta 2024 para contar todo lo que pasa en nuestro entorno más cercano con el deseo de que sean noticias más satisfactorias y menos perjudiciales. Nos gusta contar alegrías, pero desgraciadamente tenemos que contarlo todo, para eso estamos.

Dicho todo esto y viendo que el blanco del papel se acaba, solo me resta desearles unas Felices Fiestas a todos y un Feliz 2024. Contamos con todos y cada uno de ustedes en cada pueblo del Poniente almeriense para el año próximo.

¡Feliz Navidad y feliz 2024!


José Antonio Gutiérrez