Las redes
se llenan de tractoradas en la autovía o de invasiones de tractores llegando al
centro neurálgico de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero todo
parece indicar que la consigna gubernamental es “déjenlos hasta que se harten”.
Es una
vergüenza comprobar el poco interés que despierta el sector agrario nacional y
las pocas soluciones que se aportan del Ejecutivo estatal para saciar su
malestar por una situación que consideran verdaderamente injusta. Nadie dice
nada, todo parece indicar que la consigna común desde los altos poderes del
Estado se basa en un aburrimiento de los manifestantes para que depongan su
actitud y se marchen a casa como si nada.
El
Gobierno de la nación tiene sobradas muestras de que en España hay otros
problemas que van más allá de la amnistía en Cataluña, prueba de ello son los
resultados electorales del primer partido del Gobierno, el PSOE, en los
comicios gallegos. El descontento y la poca confianza que obtienen los
socialistas en las elecciones gallegas son para que obligaran a la reflexión al
superviviente de la Moncloa que parece no inmutarse por nada.
España
es de los españoles y los que nos gobiernan deben saber interpretar tanto unos
resultados electorales como una manifestación nacional de un sector económico
específico. No parece interesarle nada de esto, su hoja de ruta se basa en
conseguir el objetivo de gobernar con quien sea a costa de lo que sea, lo demás
no existe.
Así
las cosas, es muy posible que Pedro Sánchez, muy alejado de la realidad, una
vez que consiga el beneplácito para seguir gobernando España a su antojo, lo
mismo se encuentra que le han robado el sillón y termina cayendo de culo a un
vacío mal calculado por su interminable pericia.
Es una
lástima ver a los agricultores tirados en las autovías de este país reclamando
poder vivir de su trabajo y el Gobierno pasando del tema a ver si los
manifestantes se aburren y se van a casa otros treinta años más.
No sé
si les pasa a ustedes, pero esta forma de gobernar que padecemos, más bien
parece una pesadilla que cualquier otra cosa. Es cierto que no se gobierna en
democracia a gusto de todos, de hecho esa es la esencia de un mandato
democrático, te conceden algunas cosas y debes ceder en otras. No obstante,
dicho esto, creo que lo que está pasando actualmente en este país no tiene nada
que ver con dicha democracia, más bien parece un juego de poder con cartas
marcadas en manos del que manda.
A ver
si desde el Ejecutivo hay alguien que reacciona y reclama seriedad para que los
agricultores vuelvan a su trabajo y dejen de abordar carreteras para reclamar
futuro para su trabajo.
José Antonio Gutiérrez