Z.K., uno de los condenados por la Audiencia Nacional por facilitar la huida de los autores del atentado del 11-M en Atocha, acaba de ser juzgado por la Audiencia de Almería por intentar asesinar a un agente de la Guardia Civil que iba detenerlo por su relación con un robo con violencia en el núcleo ejidense de Almerimar, según informa EFE. Una noticia que ya adelantó D-CERCA en su momento. 

La sentencia da por probado que a las 2:20 horas del 24 de febrero de 2022 que  Z.K y el otro procesado, L.L.S, asaltaron una vivienda utilizando un dispositivo electrónico de inhibición canina para evitar la reacción de los perros de la dueña del domicilio. Una vez dentro subieron al dormitorio de esta, y, mientras Z.K. apuntaba a la víctima con una pistola, la amenazaron para que revelara dónde guardaba el dinero y las joyas. Incluso llegaron a agredirla, provocándole lesiones con sus golpes. 

Tras apropiarse de 80 euros, joyas, un móvil y la llaves de la casa, la alarma de la casa saltó y se dieron a la fuga. Según señala la agencia, L.L.S. fue detenido poco después, oculto detrás de un arbusto. 

Mientras, Z. K. huía perseguido por la Guardia Civil. Cuando uno de los agentes estaba a punto de atraparlo, sacó una pistola y apretó el gatillo dos veces. Afortunadamente, el seguro del arma estaba activado, los disparos no se efectuaron, y el asaltante fue finalmente reducido, detenido y trasladado a las dependencias del Instituto Armado en El Ejido. 

Dos años después, tras el juicio, Z.K ha sido condenado por un delito de intento de homicidio,  un delito de atentado y dos delitos leves de lesiones, por lo que ha sido sentenciado a ocho años y ocho meses de prisión. A estos se suman otros cuatro años por un delito de robo con violencia e intimidación, y dos años más por tenencia ilícita de armas, además de una multa por agresión. 

Por su parte, su cómplice, a L.L.S. se le ha impuesto una pena de más de dos años de cárcel por tenencia ilícita de armas, además de de tres años, dos meses y siete días de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación, y una multa por delito de lesiones. 

A ambos se le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima, y Z.K. tendrá que pagar 700 euros a los guardias civiles que trataron de detenerlo. 

Se ha acordado que cuando Z.K. cumpla dos terceras partes de las penas de prisión sea expulsado del país y tendrá prohibido regresar durante 10 años.

La Audiencia Nacional ya condenó a Z.K. a diez años entre rejas por su implicación en los atentados del 11M de 2004 en la estación de tren de Atocha (Madrid), efeméride que hace solo unos días cumplió 20 años. 

El juzgado consideró probado que este individuo era ""de toda confianza" de la red islamista encarga de ayudar a los yihadistas, ya fuera enviándoles dinero o tratando de facilitar su huida. 

D-CERCA