La Organización Mundial de la Salud introduce la visión como el más dominante de los sentidos, ya que desempeña un papel fundamental en cada faceta y etapa de la vida. La visión es algo que se da por sentado pero, sin ella, cuesta aprender, caminar, leer, participar en la escuela y trabajar.
Los errores refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia) hacen que baje la agudeza visual, que es la capacidad de resolución del ojo. Desde ABRA Visión explican brevemente lo que es cada una. Miopía es ver borroso de lejos. Hipermetropía es hacer un esfuerzo de enfoque para ver de lejos y de cerca, en ocasiones se puede compensar de modo natural, pero muchas veces el esfuerzo es tan elevado que no podemos hacer nada para ver bien. El astigmatismo es el que más dolores de cabeza genera, ya que hace que tengamos constantemente una visión con distorsiones o sombras, al ser dos imágenes superpuestas. La presbicia, o vista cansada, es la más conocida para los mayores de 40 años, ya que genera una visión borrosa de cerca.
La presencia del óptico-optometrista es esencial en el cuidado de la vista, ya que son los especialistas de la normalidad. Desde Centro Óptico ABRA Visión hacen hincapié en la importancia de realizar periódicamente exámenes visuales completos en los que se evalúen todas las capacidades y estructuras visuales. Dentro de las opciones de restauración de la agudeza visual en los errores refractivos están las gafas graduadas y las lentes de contacto.
Elegir gafas graduadas
- Gafas graduadas monofocales: Corrigen una sola distancia visual, ideal para miopía o hipermetropía.
- Gafas graduadas bifocales: Incorporan dos zonas de enfoque en una sola lente, permitiendo ver tanto de lejos como de cerca.
- Gafas graduadas progresivas: Ofrecen una transición gradual entre diferentes distancias de visión, sin líneas divisivas en la lente, lo que proporciona una visión más natural y cómoda.
- Gafas de lectura: Diseñadas específicamente para tareas de cerca.
Cuándo se necesitan
Si se experimentan síntomas como dificultad para leer de cerca o ver claramente a distancia, dolores de cabeza frecuentes, fatiga ocular o necesidad de entrecerrar los ojos para ver mejor, puede ser indicativo de que se necesitan gafas graduadas.
En cuanto a la frecuencia con la que se debe revisar la visión, desde ABRA Visión recomiendan realizar un examen de la vista al menos una vez al año, o con mayor frecuencia si se tiene condiciones oculares existentes, cambios en la visión, o si se forma parte de grupos de riesgo como personas mayores o diabéticos. Los niños deben ser examinados regularmente para detectar posibles problemas visuales que puedan afectar su desarrollo y aprendizaje.
Para saber si la graduación de las gafas es correcta, se debe observa si se experimenta una visión clara y cómoda al usarlas. No se deben sentir molestias, dolores de cabeza, fatiga ocular o necesidad de entrecerrar los ojos para enfocar. Si al ponerse unas gafas por primera vez o después de un corto período de ajuste y se siguen teniendo dificultades visuales o incomodidad, es posible que la graduación no sea la adecuada. En ese caso, es importante consultar al optometrista para una revisión y posiblemente un nuevo examen de la vista. Un ajuste fino puede ser necesario para asegurar que las lentes proporcionen la mejor corrección visual posible.
Cabe señalar que las gafas graduadas están diseñadas para corregir la visión y mejorar la claridad visual, pero no detienen el empeoramiento de la visión causado por condiciones oculares progresivas. Sin embargo, un uso adecuado de las gafas y revisiones visuales regulares pueden ayudar a manejar los síntomas y asegurar que se tiene la corrección visual adecuada a medida que cambian las necesidades.
