Los Morancos brillaron con su nuevo espectáculo ‘Bis a bis’ que
ofrecieron el sábado en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Con un lleno
total, César y Jorge Cadaval se presentaban de nuevo en este espacio para
hablar de los límites del humor con mucha ironía. Aunque hay mucho humor y risa, hay momentos
para defender el lenguaje inclusivo, los
derechos LGTBIQ+ y las injusticias sociales.
Los Morancos corren peligro debido a una nueva ley que ha entrado en
vigor: la ‘Ley Mostaza’, que minimiza el nivel de ofensa del humor. Jorge y César
Cadaval acaban en prisión por hacer reír a la gente. Omaita y Antonia idean un
plan urgente para liberarlos, mientras los hermanos se las tienen que ingeniar
para sobrevivir al turbulento ambiente carcelario, llegando incluso a
distanciarse entre ellos.
Hay juegos de luces, pantallas con proyecciones a modo karaoke,
cambios de vestuario y hasta la improvisación. No hay que olvidar la panza de
reír de Jorge en su papel de Carlos de Inglaterra cuando ve aparecer a Camila
con bigote. Resulta que en el cambio de vestuario de Paco, marido de
Antonia, se había olvidado quitarse el
bigote. También aparece el alcalde de
Madrid, José Luis Martínez Almeida a lo largo del espectáculo.
Otros personajes de actualidad son parodiados desde Carlos de
Inglaterra y Camila hasta Carles Puigdemont. Su compañía teatral está formada
por 21 personas, de modo que en el escenario
les acompañan un grupo de músicos y bailarines profesionales entre los
que destaca el actor americano Ken Appledorn, marido de Jorge Cadaval.
Impresiona disfrutar de Jorge Cadaval en el papel de un regetonero,
con una labia especial y dando un tiro a todo lo que silba. Este número tan
especial entre rejas es muy brillante y el público no puede dejar de reír.
En ‘Bis a Bis’ no faltan los momentos musicales. En directo versionan
la canción ‘Nochentera’ de Vicco para hacer una clara denuncia de la
marginación de la tercera edad ante las nuevas
tecnologías; ‘Escándalo’ de Raphael contra esa “nueva ley Mostaza”: e
incluso se atreven con u medley de reggaetón y flamenco para reivindicar la
cultura.
Tanto Jorge como César dejaron constancia a lo largo de la noche de
los felices que se encontraban en Roquetas de Mar, un lugar que siempre los
acoge con los brazos abiertos y donde sienten
muy de cerca el cariño del público.
Fueron dos horas con un sello Moranco, que tras 45 años en el escenario
y 40 de su aparición en televisión, Jorge y César tienen cuerda para rato. Su
público le guarda fidelidad. El sábado fueron varios minutos los que el público
estuvo de pie aplaudiendo a estos fenómenos del humor, del humor con
mayúsculas.